Resumen y sinopsis de Días de Nevada de Bernardo Atxaga
«También yo quería entrar en el mundo real, y por un momento lo logré. Los dos caballos salvajes que estaban frente al Chevrolet Avalanche se pusieron a girar como en un carrusel, y con ellos el de Cornélie, el caballo negro de Franquito y otros caballos que formaban parte de mi pasado. Pensé —solo por un momento, ya lo he dicho— que aquella era la imagen de mi vida, y que me sería fácil poner junto a los caballos, o en su lugar, criaturas humanas: la mujer que leía el Reader’s Digest, el hombre que en el hospital se sentía enjaulado como un mono, José Francisco, Didi, Adrián, L., yo mismo, Ángela, Izaskun, Sara... Una vuelta, dos vueltas, tres, cuatro, y así hasta que el carrusel se parase. Pero ¿dónde estaba el centro? ¿Dónde el eje en torno al cual giraba todo?»Días de Nevada es una historia hecha de historias, a modo de caja china, que nos muestra cómo cada experiencia que vivimos, cada vínculo creado entre las personas más allá de las distancias temporales y espaciales, cada emoción que nos impacta, cada amenaza que combatimos permanece indeleble. Y nos convierte en lo que somos.
Se trata de un diario personal describiendo las impresiones y las actividades del protagonista y familia durante el curso que pasaron Reno, Nevada (EE.UU.). Está bien escrito y es ameno aunque la historia carece del mínimo suspense, dado que los delitos que se describen se resuelven en un anexo periodístico al final del libro. Lo más interesante es el choque cultural que tienen los españoles con lo norteamericanos.
No he podido con él. Mira que me encanta Atxaga (Obabakoak es mi libro favorito) pero este anecdotario me ha parecido insulso, cualquier amigo que vuelve de viaje cuenta su experiencia con más brío.
Lo retomaré en otra época.
Aunque está escrito con detalle y bastante sensibilidad, Días de Nevada, no me ha parecido nada del otro mundo.
Está escrito como un diario, mezclado con noticias, recuerdos y sueños que no vienen mucho a cuento. Quizás por su propia estructura, el libro es muy asimétrico, en el sentido en que hay partes muy interesantes y otras que son un pestiño. Los sueños son especialmente aburridos, y los recuerdos espontáneos no están relacionados con la realidad que, en ese momento, está viviendo el protagonista...
Te encuentras ante una historia sin más nexo común que la ubicación. Quizás por eso el final se te hace especialmente aburrido, simple y sin ningún interés.
Resumiendo, en Días de Nevada estamos ante un "diario" de un viaje, con pasajes muy interesantes sobre el lugar y sus gentes, pero que el autor estropea con sus aburridos recuerdos y sueños idiotas, que entorpecen la lectura e irritan al lector. No lo recomendaría especialmente, pero se lee fácilmente y es una opción más para pasar el rato.
Lectura muy agradable. Atxaga mezcla relatos del curso que pasó viviendo en Nevada con recuerdos de su pasado, todo ello escrito de una forma sencilla y muy fácil de leer. Estupendo como casi todo lo de este autor, uno de mis favoritos. Muy recomendable.
Me he comprado "Días de Nevada" que el escritor Bernardo Atxaga escribe acerca de su estancia en Reno, entre agosto de 2007 y junio de 2008, invitado por el Basque Studies Center de la Universidad de Nevada. El autor -que elabora esta novela a modo de un diario- siguiendo las huellas del boxeador guipuzcoano Paulino Uzcudun y del aventurero estadounidense Steve Fossett, rememora en primera persona, la enfermedad de su padre ("el hombre que en el hospital se sentía enjaulado como un mono"), la vida y la muerte de su madre ("la mujer que leía el Real Digest"), su infancia y demás fragmentos de su vida "guardados en la capa de recuerdos", sus pensamientos, sus recuerdos y sus sueños, empleando unas sonoras descripciones (de los colores, del desierto, de los paisajes, de los espacios, de los animales...), una atrayente narrativa con una impecable puntuación, un final bien cerrado con el post scriptum, y un correcto ensamblaje de las expresiones euskaldunas junto a su traducción. Poético, maduro, emotivo, amenazante y animal. De 8,5.
Es un libro con una narrativa tan fluida y bien escrita, que convierte los acontecimientos diarios en algo apasionante. También me ha gustado mucho como va mezclando el día a día con historias de personas o con vivencias. Quizás me haya costado comprender algún relato de un sueño. El capítulo "Izaskun en Eibar" me ha gustado especialmente. Es un libro que recomiendo.