Resumen y sinopsis de La luna no está de Nathan Filer
La vida puede cambiar vertiginosamente en pocos segundos.Una novela emocionante y dramática, pero también divertida, sobre la aventura de un niño que encuentra el valor para luchar contra sus propios monstruos y madurar hasta convertirse en hombre.
Aburrida y complicada, La luna no está es otro intento más de la literatura por retratar a familias con alguno de sus miembros discapacitados (no tengo muy claro cuál es la palabra adecuada en la actualidad) y cómo esto impacta en la vida de todos y cada uno de ellos. Pero aquí hay un factor más. La tragedia hace su aparición, desbaratando la vida cotidiana e infligiendo un enorme dolor que cada miembro familiar gestiona de la mejor manera posible.
Nathan Filer es el responsable de haber creado este libro. Seamos claros. No le conocía y ojalá nunca lo hubiera hecho. Y es que se nota mucho que Filer no es un escritor profesional pese a haber publicado una novela. Como autor Filer resulta absolutamente mediocre. Y ello se aprecia en su estilo de escritura simple, lioso y con una ejecución nefasta. Todo ello gracias a una prosa lenta, repetitiva, confusa y con un desarrollo lamentable, un lenguaje funcional y unas descripciones fragmentarias, poco explicativas y, salvo honrosas excepciones, terriblemente malas. Pero tengo que reconocer que todos estos fallos los compensa un poco con los personajes. Siendo el autor psiquiatra, ha sabido construir de manera maravillosa unos personajes creíbles y muy bien perfilados psicológicamente, con los que empatizas completamente. Y esto es especialmente cierto para el protagonista, Matthew Holmes, un joven con muchos problemas y el narrador de este libro.
La historia que nos cuentan en La luna no está es un drama en toda regla. Sin embargo, no se puede decir que sea instructivo, que aprendas realmente algo o que invite a una reflexión más profunda. Toda la trama es terriblemente superficial, centrándose excesivamente en elementos que poco o nada aportan a la historia. Pero para poder explicarme mejor haré una somera sinopsis de la trama. Matthew nos cuenta la crónica de su vida, desde que era un niño de 9 años hasta la actualidad, unos diez años más tarde. Cuando era pequeño vivía con sus padres y Simon, su hermano “especial”, al que adoraba. Pero durante unas vacaciones familiares, Simon desaparece y, a partir de entonces, toda la dinámica familiar se interrumpe. Las cosas comienzan a ir muy mal para Matthew, que cada vez parece más disperso y aislado. Y es entonces cuando decide contarnos su historia de verdad. Pero esa verdad puede ser muy dolorosa y enfrentarla puede acabar destrozándole a él y a toda su familia. Hasta aquí puedo contar sin hacer spoilers. Pero por lo expuesto ya sabéis que nos encontramos ante una novela dura que no se guarda nada en el tintero y que expone el problema de la enfermedad mental y las discapacidades dentro del seno familiar. El libro nos narra las dificultades que supone vivir en una situación así, los mecanismos sociales y la atención médica necesaria para salir adelante cuando se plantean estos problemas. El final, como era previsible, es absurdamente esperanzador. Resulta coherente y es, obviamente abierto, pero no te deja una buena sensación.
En suma, La luna no está es una lectura complicada que no disfrutas plenamente y que incluso te produce cierta ansiedad. Pese al excelente tratamiento del tema al libro le falta humanidad y un poco de candor, especialmente cuando atravesamos los recuerdos infantiles del protagonista. Por el contrario, necesita una estructuración mejor y le sobra demasiado elemento superfluo que entorpece una lectura, ya de por sí difícil. Así que solo lo recomiendo si queréis sufrir y provocaros ansiedad. Al resto del mundo que quiera mantenerse equilibrado le aconsejo que ni se acerque. Y es que este libro carga con una gran oscuridad. Tanta como las noches en las que la luna no está.
El libro está escrito desde el punto de vista de un chico con problemas psiquiátricos. No queda claro en el libro si los tiene desde siempre o a raíz de la muerte de su hermano. Se lee bastante rápido, es curiosa la manera en la que está escrito pero tampoco me ha parecido una obra maestra ni mucho menos.
Una obra con un estilo narrativo muy original con partes muy emotivas que permiten de cierta forma entender un poco el mundo visto desde otros ojos, sin embargo debo decir que por momentos se torno muy aburrido, pesado de leer y por su mismo estilo muy repetitivo lo que genera fastidio al leerlo.
Pensaba que me iba a encontrar en esta novela una historia contada por un chico cuyo hermano muere accidentalmente cuando eran niños. Una historia de cómo este hecho para su mundo y el de su familia, de cómo aprender a sobreponerse a ello y a lidiar con el sentimiento de culpabilidad. Pero me he encontrado con mucho más.
Si Simon (el hermano muerto) tiene una enfermedad que le hace tener una edad psicológica menor a la real, su hermano Matthew sufre otro trastorno, en este caso mental. Esto es lo más interesante de esta novela. Nathan Filer nos abre una ventana a la mente de un enfermo mental y nos permite ver su enfermedad desde la perspectiva del enfermo. Lo hace además con gran naturalidad y realismo, de forma muy emotiva pero sin caer en la lágrima fácil.
Un auténtico regalo el que nos hace esta novela: la exposición sin pudor de los sentimientos y pensamientos de un esquizofrénico.