Resumen y sinopsis de El laberinto de Matthew Reilly
La biblioteca pública de Nueva York es un santuario de conocimientos: un laberinto centenario de imponentes librerías, angostos pasillos e interminables vestíbulos de mármol. Para el doctor Stephen Swain y su hija Holly es la materialización de una pesadilla… Ya que por una noche, este insigne edificio se convierte en el escenario de una competición. Una competición en la que Swain debe participar, lo quiera o no. Las reglas son sencillas: siete concursantes entran en el laberinto; solo uno saldrá con vida.Con una niña de ocho años como única aliada, el doctor Swain se ve empujado a librar una terrible batalla por la supervivencia. Puede intentar huir, esconderse o luchar pero, si quiere seguir vivo, tendrá que vencer. En esta competición, o sales victorioso… o no sales.
Trepidante y llena de acción, El laberinto es un thriller de los buenos; de esos que no puedes dejar de leer hasta que te lo acabas en tiempo récord. Y es que una trama llena de sorpresas, unos personajes curiosos y una atmósfera inquietante, son los elementos que hacen de este libro una perfecta y entretenida lectura.
Es el primer libro que leo de Matthew Reilly, el autor, pero dado lo agradable que me ha resultado estoy segura de que volveré a leer algo suyo dentro de poco tiempo. Pero volviendo a la calidad literaria del libro, reconozco que Reilly es solo un escritor del montón que sigue la estela que abrieron otros autores como Dan Brown y sus numerosos clones literarios. Es, por tanto, un escritor con un estilo de escritura simplón y poco desarrollado que se apoya casi exclusivamente en una prosa dinámica y bien estructurada, un lenguaje pragmático y unas descripciones aceptables aunque poco detalladas. Y luego están los personajes. Estos resultan burdos y superficiales. No están demasiado perfilados ni particularmente bien construidos, algo que me esperaba dado el género al que pertenece la novela.
La trama que nos cuenta El laberinto no destaca precisamente por su originalidad. Y es que usa el clásico argumento de enfrentar a varios personajes en una lucha a contrarreloj para poder salvar la vida. Lo original de la novela está, no solo en la ubicación de la historia (la Biblioteca Central de Nueva York) también en los peculiares individuos que pueblan la historia. Pero, y comenzando por el principio, en esta novela nuestro protagonista es Stephen Swain, un radiólogo y padre soltero con una vida de lo más anodina. Pero un día es teletransportado con su hija a la Biblioteca Central de Nueva York donde un curioso hombrecillo vestido de blanco le informa que ha sido escogido para el Presidian, una especie de competición donde luchan varias razas extraterrestres. Las reglas son muy sencillas: solo uno puede escapar con vida. Y eso después de acabar con el resto de concursantes, más un animal increíblemente grande y agresivo cuyo único objetivo es devorar al último superviviente. Con este increíble panorama Swain solo cuenta con su inteligencia y con Holly, su hija de 8 años, para tratar de mantenerse con vida. El tiempo comienza a contar… Poco más puedo desvelar sin hacer spoiler. Pero está más que claro que la novela es vertiginosa, mantiene muy bien el ritmo y la trama cambia de dirección cada cierto tiempo, lo que consigue mantenerte atrapado hasta lo que, quizás, sea lo peor de todo el libro: el final. Y es que el desenlace resulta muy facilón. La novela acaba de manera abrupta, y tan favorable que resulta artificial. Algo que decepciona, después de lo bien que ha mantenido el autor la trama durante toda la lectura.
En definitiva, El laberinto es una buena lectura llena de energía y emoción que te mantendrá horas leyendo sin apenas esfuerzo. Resulta gratificante encontrar un libro de este estilo que disfrutes de verdad y que no tenga más pretensiones que la de proporcionarte distracción. Y es que como en el título, perderse en esta “laberinto” es un placer que no te conviene rechazar.