Resumen y sinopsis de Ajedrez para un detective novato de Juan Soto Ivars
"Las mujeres de las que me he enamorado tenían algo en común: el sentido del humor. Todas se reían de mí." Así comienzan las memorias del protagonista de esta novela, que transcurre en una España corrupta, pobre y criminal, sospechosamente parecida a la nuestra. Marcos Lapiedra, un detective mujeriego y aficionado al ajedrez, elige a un escritor de novela policíaca como aprendiz y sucesor. A lo largo de su formación, el alumno se enfrentará a multitud de casos esperpénticos y verá cómo el maestro llega al límite de sus fuerzas. Entonces, tendrá que resolver en solitario el caso más endiablado: detener a un estrangulador de mujeres que pasea por el barrio de los prostíbulos.
Eduardo Mendoza solo hay uno, y todos los que intentan imitarle salen bastante mal parados. Cabe decir esto porque en las historias surrealistas, fantasiosas y supuestamente humorísticas hay que tener un talento mayúsculo para bordarlas y este no es el caso. Aquí el autor da bastantes bandazos y no se tiene claro hacia adonde va, y cuando finalmente toma un sentido es bastante previsible.
Leo "Ajedrez para un detective novato" que, el murciano Juan Soto Ivars, elabora en primera persona dando el protagonismo a un joven escritor de novela policiaca (Carlos Aparicio, cuyo nombre desconocemos hasta casi el final) quien, como aprendiz del detective Marcos Lapiedra, va a enfrentarse a la resolución de varios casos criminales, mientas oye una voz en su cabeza que resulta ser su intuición. Así el autor, en este libro de peripecias, de la mano de un personaje valleinclanesco, pasando de la desazón al éxtasis, crea un relato irónico y caústico de la sociedad contemporánea donde, arropados con ágiles diálogos y gran sarcasmo, aparecen ninfómanas, asesinos, psicópatas, matones, princesas, prostitutas y, hasta un grupo de luchadores ninjas. El acertado montaje de tantas ideas absurdas y extrañas, el humor que emplea al referirse a los muchos tópicos que maneja y, unas gráficas descripciones de los ambientes y protagonistas, hacen de esta obra, una digna merecedora del Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla a la que le doy un 5,3.
La verdad es que esta novela tiene algo que me ha desagradado profundamente. Quizás sea el lenguaje, vulgar y soez, que usa el autor a lo largo de todo el libro. O por que está lleno de situaciones estúpidas e inverosímiles, que en lugar de hacer gracia, consiguen que en tu cara se congele una mueca, a caballo entre la tristeza o la sorpresa.
¡Y qué decir de los personajes! Tan vulgares como el lenguaje usado para "describírtelos" y a la vez tan extraordinarios que no hay manera de que te los imagines. El mejor ejemplo es el protagonista, un hombre que es a veces es el rey de los idiotas y otras tan listo, que parece un genio.
En síntesis podría decir que, Ajedrez para un detective novato, está lleno de situaciones absurdas, sin pizca de gracia y llena de historias superfluas que entorpecen la lectura. Los personajes son un espanto, el final, previsible y un tanto incoherente y la trama, a medias entre la novela negra y la sátira, no logra estar a la altura de ningunos de los dos géneros.