Resumen y sinopsis de El buen hijo de Ángeles González-Sinde
A sus 37 años Vicente sigue compartiendo vida y negocio con su madre. Quiere que todo cambie pero no sabe cómo hacerlo. ¿Quién te enseña lo que no sabes? ¿Dónde se aprende a vivir mejor? A pesar de ser un tipo al que todos aprecian, tiene un importante talón de Aquiles: su indecisión y su afán por complacer a todos, lo que le lleva a enmarañarse en relaciones afectivas confusas. Un accidente doméstico deja a su progenitora impedida temporalmente, momento que Vicente aprovecha para revolucionar su vida de la manera menos inteligente: enamorándose de Corina, la asistenta cuya personalidad no es tan clara como parece. Una novela de perplejidades vitales construida con tanto sentido del humor como verdad, en la que Ángeles González-Sinde nos demuestra la gran narradora de historias que es.
Me hice con este libro atraído por su argumento, a priori el de una persona normal que llegado un punto de su vida debe decidir qué camino ha de coger.
Si bien es un libro de lectura fácil, su trama ha resultado ser bastante insípida, con idas y venidas entre amores y desamores, crisis existenciales y la pérdida de un perro que en ocasiones aportan poco o nada a la novela.
Esperaba algo más interesante, máxime tratándose de una novela finalista del Planeta.
Es un libro totalmente insípido. No te deja nada, no te inspira nada, no te llega ningún mensaje. Es cierto que su lectura no te aburre, pero te deja la sensación de que es un esfuerzo estéril, por que no ofrece nada a lo que agarrarse.
Respecto a la manera de escribir de la autora, puedo decir más bien poco. Y no solo por que es lo primero que leo de ella, si no por que este tipo de historia lo puede escribir cualquiera, ya que no se necesitan grandes dotes narrativas, más allá de saber escribir.
En cuanto a la historia, solo resta decir que es floja. Empieza más o menos bien, pero después se desinfla rápidamente, debido en parte al protagonista, un hombre irritantemente pesado, sobre todo cuando tiene accesos "filosofales" y cuya historia, en general, es tan previsible y aburrida que cuando la recuerdo solo puedo bostezar.
En resumen, que leer este libro ha sido decepcionante y te hace volver pensar en el tongo del Premio Planeta, por que si este es el finalista ¿Cómo será el ganador? ¿Y lo rechazados?
Antes de leer el libro lo más recomendable es, en la medida de lo posible, olvidar quien lo escribe, pues eso nos puede condicionar.
Para mí, es un retrato sencillo, sin florituras, de lo que puede ser para muchos la vida: algo que esta ahí y que hay que vivir. Obviamente no es una obra maestra -dudo que la autora lo escribiera con esa intención- pero es interesante pues nos sabe narrar unos sucesos que, sin ser extraordinarios, pueden serlo para una persona en concreto. A mí me gustó. A pesar de todo.
Lo que más me irrita no es que el libro sea malo, que lo es, es más, también es bueno leer libros malos... Lo que me irrita es que la escritora sea Ministra de Cultura, exministra mejor dicho. Bardem, es posible que este tal Wert sea un mal ministro de cultura, pero el apelativo de "Ministro de Incultura" que tanto te gusta adjudicar, se lo lleva esta de largo...
Libro fácil de leer, ameno y entretenido. Desde luego no es una joya literaria. En ciertos momentos me he sentido identificada con el protagonista y con algunas de las situaciones en las que se ve envuelto. Para pasar un rato, no está nada mal.
¡Qué cosa más vulgar, por Dios! Una verdadera porquería literaria. ¿Pero quien forma parte del Jurado del Premio Planeta para dar a este bodrio el premio de finalista? Aquí debe haber gato encerrado.
No me parece de premio (ni de finalista de premio) pero se lee bien. Aún siendo previsible el final de la novela, el último capítulo es el que más me ha gustado. Pero insisto en que no es de premio, aunque supongo que los Planeta se basan más en las posibles ventas, con uno de los ganadores que levante expectación por algún motivo, que en la buena novela de verdad.
Libro de lectura fácil. Me he sentido identificada con algunas experiencias de duelo del protagonista.
Leo "El buen hijo", la novela finalista del premio Planeta narrada en primera persona por Ángeles González Sinde que, si bien en un primer momento he pensado, "vaya, qué bien ha conseguido meterse en la piel de un hombre", al llegar al capítulo titulado "Volver a los 17" lo he tenido claro: la guionista sólo tenía escritos ese capítulo y quizá el siguiente, de este libro que -espero que me equivoque- no lo ha escrito ella sino un caballero. Por lo demás, esta obra acerca del miedo a vivir y la mala elaboración del duelo, gracias a la profusión de diálogos, se lee demasiado bien pero no es una novela adulta, tiene un previsible desenlace, a ratos recuerda al libro de Jorge Javier Vázquez y no es ni premiable ni digna de una exministra de cultura. ¡Y qué más decir ahora que me he enterado de que la autora es pareja del editor Claudo López de Lamadrid...! Mala, de 2.