Resumen y sinopsis de La España que soñé de Fernando Álvarez de Miranda
La vida de Fernando Álvarez de Miranda es una historia de sueños cumplidos y una postrera decepción. Niño en la guerra, contempló los horrores en las dos retaguardias y eso le inoculó para siempre la aversión a la violencia. Fue un joven militante monárquico en los años del más duro franquismo. Compañero de milicia universitaria de un Manuel Fraga que en el campamento de La Granja se afeitaba con vino para economizar agua, miembro del Consejo de Don Juan, colaborador político de Gil-Robles y luego de Giménez Fernández y Ruiz Giménez, fue desde muy pronto un demócrata convencido y un europeísta apasionado. Varias veces visitó los calabozos de la Puerta del Sol y estuvo varios meses desterrado en Fuerteventura.Presidió el Congreso de los Diputados de la primera legislatura democrática y cumplió uno de sus grandes sueños al firmar la Constitución de 1978. Ver a España reconciliada, democrática, en paz e incorporada a Europa supuso el cumplimiento de otra de sus más íntimas aspiraciones de toda la vida. Cerca ya de los noventa años, Álvarez de Miranda cuenta por primera vez de forma detallada su experiencia como embajador en El Salvador, donde conoció a Ellacuría y los demás jesuitas de la UCA, asesinados apenas un mes después de que dejase la embajada.