Cuentos de cabecera, de Osamu Dazai
- Osamu Dazai recrea cuentos tradicionales con su peculiar estilo irónico y adulto
- En la presente edición se incluyen los cuentos originales poco conocidos en Occidente
En un refugio antiaéreo de Tokio un padre intenta entretener a su hija leyéndole un libro de cuentos clásicos japoneses. Pero mientras lee, en su mente se va desarrollando otra versión de los hechos. Esta es la premisa inicial d…
No he podido evitar sentirme decepcionada con el libro de Osamu Dazai. Quizás esperaba demasiado de él, o es que no he logrado adaptarme a su estilo educadamente incorrecto. En cualquier caso se me han hecho largos y, a ratos, aburridos.
Dazai escribe con corrección y pulcritud. No solo cuenta su propia versión, mucho más aterradora y sarcástica que la que aparece en los cuentos tradicionales, si no que exhibe sin pudor, las razones por las que los ha creado de tal modo. Así justifica cambios de sexo de personajes, la introducción de otros que no aparecen o la buena o mala disposición de algunos elementos mitológicos de la Grecia antigua. Y aún con todo esto constituyen una buena revisión de los Otogi-zoshi o cuentos de cabecera.
Las cuatro historias que nos presentan son famosos cuentos japoneses aunque prácticamente desconocidos para la mayoría del público occidental. El autor es capaz de retorcer estas famosas historias hasta que encajen en su lógica deprimente, cruel y terriblemente misógina. Así que da igual de que trate el cuento, por que en todos ellos, la mujer es tratada como un elemento ornamental o claramente hostil. Para poder apreciarlo, la edición en español del libro, incluye (con gran acierto, todo hay que decirlo) la versión tradicional de dichos cuentos. A través de las comparaciones podemos apreciar el cambio de alguno de los protagonistas (Uroshima en la versión de Dazai es un necio mezquino de familia rica, que es vencido una y otra vez por una tortuga en el terreno dialéctico), algunos diálogos muy ingeniosos y la incipiente misoginia que alcanza su particular cénit en "La montaña Kachi-Kachi", donde no solo cambia de sexo a uno de los protagonistas (mención especial a las razones que da el autor para dicho cambio), si no que tilda de "bondadoso" al asqueroso y repugnante personaje principal de dicha historia.
Haciendo un resumen, tendría que decir que he disfrutado a medias del libro. Las versiones tradicionales me han conquistado. En cuanto a las versiones de Dazai, he sido capaz de dejar atrás la mayoría de aspectos negativos y fijarme solo en la sátira de unos relatos que retratan una guerra de sexos, que para el autor ya tiene claro vencedor. Mi opinión es que merece la pena leerlo, por que varios pasajes están muy bien y, por que ayuda a comprender un poco más el japón tradicional siempre el conflicto directo con la modernidad, ya incluso en tiempos de Dazai.