Resumen y sinopsis de El nombre del mundo es bosque de Ursula K. Le Guin
Dentro de la gran tradición literaria de las utopías y anti-utopías que se inicia en el siglo XVII, El nombre del mundo es Bosque descubre un universo dinámico y en equilibrio que se mantiene en el tiempo de acuerdo con leyes propias que no admiten la intromisión del hombre. En el planeta Athshe, el ciclo de la vida, la cultura, las costumbres, los modos mentales nacen y se desarrollan en la estabilidad autónoma del cosmos. La llegada de una expedición terrestre cambiará el pacífico modo de vida de los nativos del planeta.
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La autora construye una alegoría sobre los procesos colonización, la sobreexplotación de la naturaleza y las relaciones de poder. Novela muy bien resuelta, que plantea muchos conflictos éticos y entreteje muy bien las relaciones entre personajes excepcionalmente retratados.
Una historia bonita que defiende la ecología, y desplaza al hombre como centro del universo. Su principal punto positivo es la ambientación del planeta, la cultura y los seres que lo habitan, me lo leí hace años y todavía tengo algunas escenas grabadas, la relación que establecen los humanos con los nativos llega a ser a veces perturbadora.
La intención de Le Guin ha sido excelente: la concepción de una vasta metáfora sobre la ecología y los peligros que para la misma representa el capitalismo depredador de los recursos naturales, sobre todo los no renovables. Lamentablemente no alcanza el argumento la brillantez de otras novelas ejemplificadoras de la autora, como "La mano izquierda de la oscuridad" o "Los desposeídos":