Resumen y sinopsis de Esta noche arderá el cielo de Emilio Bueso
La Trans-taiga es la carretera más larga y solitaria que puede recorrerse en el vasto norte canadiense: seiscientos sesenta y seis kilómetros a través de un desierto boreal que mueren de pronto junto a un embalse abandonado. Un sitio que cruzar en moto, donde perderse con una mujer casada, acampar bajo la fosforescencia de la aurora y la lluvia de estrellas. Ése era en un principio el plan de Mac. Mac es un tipo que a veces necesita medicación y cuyos planes, a menudo, salen mal. Mac entiende de carburadores, de ataques de pánico y de rock and roll. De lo que no entiende Mac es de avionetas de contrabandistas en vuelo rasante, de armas biológicas y ancestrales secretos de los indios Cree. Y va a tener que aprenderlo todo en una noche.
Tercera obra que leo de Bueso y la encuentro en la línea de sus dos anteriores. Historia original, personajes muy marcados, trama a ritmo de pinceladas que descubren luces y desenlace bien tejido.
Leo "Esta noche arderá el cielo", la novela que el escritor de terror, Emilio Bueso, elabora subido en dos motos custom que, conducidas por una ama de casa cansada de ser esclava y un mecánico desencantado y con ataques de ansiedad, recorren los 666 kilómetros de la carretera más aislada del planeta, la Trans-Taiga, en un viaje en busca de paz. El autor castellonense, en tercera persona, con frases cortas y contundentes, con un lenguaje inclemente y árido y, utilizando las palabras “como pistas de asfalto”, me lleva de la mano de esa narrativa telegráfica, por una trama un poco alocada (unos bichos genéticos diseñados para un hábitat determinado, se enfadan porque a raíz del accidente de una avioneta, la taiga es invadida por una caravana de vehículos que vienen a recuperar la carga y a perseguir a los delincuentes), que se precipita bruscamente al final ante la esperada llamarada solar del título. Criaturas, drogas, indios cree, indios innu y rock'roll, que el novelista dosifica, manteniendo mi interés (a pesar de que he tardado en dejarme absorber por la aventura) y haciendo mío su lema “el mundo en un puño y en el puño, el acelerador”. A pesar de las inexactitudes (no hay casino navajo en las cercanías y me he hecho un lío con la velocidad de la luz y la de los rayos X), le doy un 4.