Resumen y sinopsis de La noche se llama Olalla de Jesús Ferrero
El diario de la joven Olalla parece indicar que fue drogada y violada... Ese año 2012 fue sangriento y apocalíptico, a pesar de que no acabó el mundo. Fue también el año del Costa Concordia, de los terroristas solitarios, de los asesinos compulsivos y, además, el año más maldito de Olalla, el personaje que flota como un destino y una atmósfera a lo largo de esta novela.
La detective Ágata Blanc lleva a cabo su investigación en un Madrid decadente que la conducirá a límites que no imaginaba y que la enfrentará a extrañas dimensiones de la vida y de la muerte. Esta ciudad, que años atrás fue símbolo de la prosperidad y la abundancia, parece ahora sumida en una depresión propia de la posguerra. Todos los elementos de nuestra época se entrelazan en esta novela: la búsqueda incesante del placer sexual, las drogas, las pérdidas de conciencia, la corrupción, los desahucios y el espíritu de la venganza, fundamentado en un problema existencial: no es posible respetar a los verdugos.
Comentarios y opiniones de La noche se llama Olalla
DonQuijoteLa noche se llama Olalla0
Es, de lejos, el peor libro que he leído en mi vida. Una historia que promete y rápidamente se queda en nada, predecible, insustancial, sosa.
La trama no se sostiene, un disparate de idas y venidas sin sentido.
Personajes extremadamente superficiales, algunos de ellos no aportan absolutamente nada a la (pobre) historia.
Los diálogos son absurdos en muchos casos, inconexos. Las "casualidades" que toda novela necesita son totalmente forzadas, incoherentes, suceden porque al autor le interesa que sucedan, sin más, sin vaselina, con calzador.
Constantemente aparecen comentarios o incisos relacionados con la crisis de esos años, los desahucios, noticias de asesinatos, etc., que nada tienen que ver con el hilo de la historia.
Demasiadas referencias sexuales que no vienen a cuento, escenas de sexo entre personajes de manera inverosímil, porque sí, de la nada surge, sin más, entre dos personajes, una visita al domicilio, una charla absurda y listo, se realiza el acto sexual y se acaba la historia, sin tener nada que ver ni aportar nada a la historia o al lector .
Me deja la sensación de que el libro ha sido escrito por un cualquiera, un verdadero aficionado, un adolescente...
No he leído más obras del autor, no puedo juzgar sus otros trabajos, pero este, desde luego, es nefasto teniendo en cuenta la trayectoria de la editorial que publica la obra. Da que pensar.
amaya pujana levyLa noche se llama Olalla4
Leo el último libro de Jesús Ferrero, "La noche se llama Olalla" que, si bien tiene un buen comienzo, carece de una atrayente trama (un profesor -al que le gusta seducir a alumnas a las que obliga a leer a Sade- y dos amigos, drogan con burundanga a Olalla) y está lleno de discrepancias narrativas (Bastian está sin pantalones porque se los ha cortado la ama de la sesión de sado pero cuando a continuación lo torturan, lo primero que le queman son sus pantalones que -milagrosamente- mantiene puestos; Gaby y la investigadora -misma protagonista de su anterior libro "El beso de la sirena negra"- increiblemente saben lo mismo que el lector que es testigo directo de los hechos que están ocultos para ellos; Victor consigue información al coincidir -es mucha casualidad- con un limpiador despedido por explorar los ordenadores; el escritor zamorano dice que Víctor conoce al ex-policia de alguna tarde en el club de tiro cuando en toda la novela Víctor no va al tiro ni parece que tenga tiempo para ello; el diario de la protagonista -al que el autor intenta darle un contenido profético- tiene palabras demasiado cultas para una chica de 20 años,...). No empatizo con los/as protagonistas, no me creo el poder de los muertos sobre los vivos, sobra la recreación de los hechos del capítulo 26 y el escritor no aborda problemas y cuestiones sociales ni profundiza al adentrarse en las zonas oscuras del ser humano. Se lee bien pero me ha desilusionado.
Es, de lejos, el peor libro que he leído en mi vida. Una historia que promete y rápidamente se queda en nada, predecible, insustancial, sosa.
La trama no se sostiene, un disparate de idas y venidas sin sentido.
Personajes extremadamente superficiales, algunos de ellos no aportan absolutamente nada a la (pobre) historia.
Los diálogos son absurdos en muchos casos, inconexos. Las "casualidades" que toda novela necesita son totalmente forzadas, incoherentes, suceden porque al autor le interesa que sucedan, sin más, sin vaselina, con calzador.
Constantemente aparecen comentarios o incisos relacionados con la crisis de esos años, los desahucios, noticias de asesinatos, etc., que nada tienen que ver con el hilo de la historia.
Demasiadas referencias sexuales que no vienen a cuento, escenas de sexo entre personajes de manera inverosímil, porque sí, de la nada surge, sin más, entre dos personajes, una visita al domicilio, una charla absurda y listo, se realiza el acto sexual y se acaba la historia, sin tener nada que ver ni aportar nada a la historia o al lector .
Me deja la sensación de que el libro ha sido escrito por un cualquiera, un verdadero aficionado, un adolescente...
No he leído más obras del autor, no puedo juzgar sus otros trabajos, pero este, desde luego, es nefasto teniendo en cuenta la trayectoria de la editorial que publica la obra. Da que pensar.
Leo el último libro de Jesús Ferrero, "La noche se llama Olalla" que, si bien tiene un buen comienzo, carece de una atrayente trama (un profesor -al que le gusta seducir a alumnas a las que obliga a leer a Sade- y dos amigos, drogan con burundanga a Olalla) y está lleno de discrepancias narrativas (Bastian está sin pantalones porque se los ha cortado la ama de la sesión de sado pero cuando a continuación lo torturan, lo primero que le queman son sus pantalones que -milagrosamente- mantiene puestos; Gaby y la investigadora -misma protagonista de su anterior libro "El beso de la sirena negra"- increiblemente saben lo mismo que el lector que es testigo directo de los hechos que están ocultos para ellos; Victor consigue información al coincidir -es mucha casualidad- con un limpiador despedido por explorar los ordenadores; el escritor zamorano dice que Víctor conoce al ex-policia de alguna tarde en el club de tiro cuando en toda la novela Víctor no va al tiro ni parece que tenga tiempo para ello; el diario de la protagonista -al que el autor intenta darle un contenido profético- tiene palabras demasiado cultas para una chica de 20 años,...). No empatizo con los/as protagonistas, no me creo el poder de los muertos sobre los vivos, sobra la recreación de los hechos del capítulo 26 y el escritor no aborda problemas y cuestiones sociales ni profundiza al adentrarse en las zonas oscuras del ser humano. Se lee bien pero me ha desilusionado.