Resumen y sinopsis de Pan, educación, libertad de Petros Márkaris
Día 1 de enero de 2014: Grecia está en bancarrota y regresa al dracma. También en España vuelven las pesetas. Por esas fechas, Jaritos y su familia empiezan a apretarse el cinturón: no van a ingresarle la nómina durante tres meses.
La paralización económica y el empobrecimiento del país traen consigo un aumento de la solidaridad hacia los desfavorecidos, pero también, peligrosamente, de los movimientos neonazis. Así las cosas, aparece asesinado un rico contratista de obras. Es un hombre ya maduro que había participado en los Hechos de la Politécnica, en 1973, cuando los estudiantes se rebelaron contra la dictadura de los Coroneles. Junto al cadáver, un teléfono móvil emite el lema que los estudiantes voceaban: «Pan, educación, libertad».
¿Ha regresado el país a aquellos negros tiempos? ¿Siguen siendo válidas las consignas y reivindicaciones de aquellos antiguos estudiantes? ¿O algo más se esconde detrás de ese asesinato? La aparición de un segundo cadáver quizá ayude a Jaritos y a su diezmado grupo de agentes de policía.
Me encanta la lucidez con la que Márkaris revisa la crisis económica griega. Además de eso, el desarrollo de los personajes (desde la primera entrega, Noticias de la noche) es entrañable.
Esta es mi primera vez con el escritor y el personaje de Kostas Jaritos. No obstante, se trata de la tercera parte de una trilogía y el octavo libro sobre este detective. Por ese motivo (y por el hecho de los nombres en griego), me ha costado un poco entrar en la narración. Supongo que los lectores que le sigan desde Noticias de la noche (1995) no tendrán ese problema.
Jaritos es la columna vertebral de la historia. Me recuerda en algo a Pepe Carvalho y, sin embargo, lucen como novedosos los rasgos de su humildad y su sencillez: podría ser nuestro vecino, pues es cercano y familiar. Es un personaje que ofrece cierta verosimilitud en la ficción sobre la que se escribe la novela.
Mi primer libro de Markaris, sin duda es como estar leyendo sobre la crisis en España, una novela negra muy entretenida, algo previsible pero no por ello te quita las ganas de seguir leyendo. Sin duda no será la última vez que me pongo en manos de Jaritos.
La realidad hipotética presentada por el autor griego, el regreso del dracma, no dista de un par de menciones en el libro. Por lo demás, describe la calamitosa situación helénica que nos llega a través de los medios de comunicación a través de recortes, comedores comunes, albergues, ultraderecha, protestas, inmigrantes, austeridad. Y en medio de ese caos, asesinatos que se antojan gritos de protesta. Como muchos autores de novela negra en la actualidad, Márkaris emplea el crimen como una mera excusa para explayarse en sus críticas a la sociedad y a las autoridades que la llevaron al país hasta ese extremo, concretamente una generación, sin molestarse en hallar un equilibrio entre la crítica y el crimen, hallando a última hora, casi de casualidad, la solución a este último factor. Tal desequilibrio, como seguidor del género, me exaspera. Sin embargo, se lee con facilidad y al final del día, se agradece que su lectura no se torne pesada.
Para mí esta es la entrega más floja de lo que al final ha sido la tetralogía de la crisis. En esta ocasión todo parece excesivamente acelerado y no se acaba de profundizar lo suficiente en la a priori impactante situación -Grecia vuelve al dracma y se declara la suspensión de pagos-; por no hablar de lo previsible de su desenlace.
Markaris sin duda podría tratar estos temas, o eso pienso yo, de otra forma con el fin de ofrecer al lector algo más. Sinceramente, hay poco donde hincar el diente.
Me ha encantado. La visión de una Grecia que vuelve al dracma con todos sus recortes y todos sus dramas se puede extrapolar a España perfectamente. Como siempre, Kostas Jaritos con su habitual ironía. La pena es que se ha acabado la serie de este maravillosos detective. Espero que escriba otro lo antes posible.
He leído todo de Márkaris y todo me ha gustado, este libro no ha sido menos. Quizás Jaritos no está tan brillante como siempre, pero te cautiva la historia con cada página.
Final de la trilogía de la crisis, quizás el menos ágil porque tiene que forzar un poco la moraleja de la serie. Me sigue pareciendo una gran saga.
No me ha resultado muy interesante. Está contada de forma fría y rápida, sin preocuparse de los detalles. En cambio sí que presta mucha atención a los itinerarios que siguen con el coche por Atenas cuando se desplazan de un sitio a otro, enumerando por qué calles van y cuál es su tráfico. Hay una crítica social evidente; Grecia ha vivido por encima de sus posibilidades y mucha gente ha prosperado en la administración o en la empresa privada inmerecidamente; la corrupción, el enchufismo, el clientelismo lo domina todo. Los tres asesinados, un empresario,un profesor universitario y un sindicalista, pertenecen a la generación de La Politécnica, que tras luchar por el derrocamiento de la dictadura se acomodaron y beneficiaron injustamente de su protagonismo. La situación imaginada de Grecia que en 2014 vuelve al dracma y se derrumba apenas es un boceto, por lo que no tiene mayor interés.
Me encanta Markaris y su delicioso comisario Jaritos, pero éste último me ha parecido de lo más flojo.