Resumen y sinopsis de Final del juego de Julio Cortázar
Escritos en el entusiasmo del propio genio, los dieciocho relatos que componen Final del juego constituyen otros tantos experimentos en la perfección: en pocas páginas ellos solos se ponen las condiciones y ellos solos las cumplen. El ajuste interno hace que los relatos de Cortázar parezcan sencillos, mientras se leen.Axolotl
Continuidad de los parques
Después del almuerzo
El móvil
El río
Final del juego
La banda
La noche boca arriba
La puerta condenada
Las ménades
Los amigos
Los venenos
No se culpe a nadie
Sobremesa
Torito
Relato con un fondo de agua
Una flor amarilla
Han participado en esta ficha: ilvin brussell
El diez no se lo doy porque hay dos o tres relatos en los que no he conectado para nada como "Torito". Sin embargo hay muchos deslumbrantes como "Una noche boca arriba", "Continuidad en los parques" o "Final del juego" por poner algún ejemplo.
El nivel general de los relatos es de sobresaliente, es muy recomendable.
Fue mi mejor lectura del presente año 2023.
Una compilación de relatos que en su mayoría destacan por su ingenio y ágil narrativa. Junto a Bestiario es lo mejor que he leído del autor argentino.
Dieciocho magistrales invenciones de un autor que siempre es el mismo y a la vez ofrece algo distinto, que nos perturba y nos cambia la perspectiva de las cosas. Algunas incluso requieren más tiempo para ser asimiladas que para ser leídas. “Continuidad de los parques” es un juego de muñecas rusas en tan solo dos páginas, de una capacidad de sugerencia enorme, una parodia muy seria que demuestra cómo realidad y ficción no están tan alejadas como aparentan. “No se culpe a nadie” da muestra de esa cotidianeidad tan cortazariana que se rebela bruscamente, ya sea en forma de ropa convertida en atadura mortal o del propio cuerpo volviéndose en contra de su propietario… reacciones quizá contra la esclavitud de cada día, cuya única opción de salida es la más drástica. “El río” es un cuento extraño y surreal en torno a una pelea marital, cuyo onirismo entremezcla confusamente varias realidades movedizas, en un espacio entre erótico y mortuorio donde es difícil estar seguro de nada. En “Los venenos”, el autor nos lleva a un entorno idealizado, de infancia y verano, de crueldad, envidias y venganzas perversas también; el veneno es más bien simbólico y emocional en este brusco final de la niñez. Los fantasmas que encarnan la soledad no expresada del hombre moderno y trabajador, cual grito infantil de angustia, se dan cita en “La puerta condenada”, una puerta que implica la separación y el vínculo entre lo normal y lo anormal. En “Las ménades”, un narrador distante y estupefacto es testigo de un instante de locura total en un concierto, antes de regresar a la normalidad; una fábula sobre el poder dionisíaco del arte, a la vez que crítica a cierta pedantería cultureta.
Tremendo “El ídolo de las Cícladas”, en el que un objeto de una época remota trae el pasado al presente; mezclando un triángulo amoroso y extraños rituales primitivos, este cuento de terror traza paralelismos entre tiempos y realidades sin relación aparente, desconfiando en la tan confiable civilización (el arte y la creación tienen un inquietante papel en todo ello). “Una flor amarilla” es una meditación en torno a la mortalidad, centrada en reencarnaciones aparentes y continuidades misteriosas, en forma de testimonio de un tipo en un bar a quien puedes creer o no; la eternidad, una maldición según se mire, o un milagro que trasciende lo efímero de la vida. Se plantea en “Sobremesa” un juego caprichoso con la temporalidad (cita de Heráclito mediante), en una trama de equívocos y secretos entre unos amigos de intachable reputación, con imprevistas y paradójicas consecuencias; aquí es clave la narración epistolar, la referencia a la propia escritura. En “La banda”, el encuentro inesperado y casual con un espectáculo de nula categoría en el que todo es falso supone el contagio de esa sensación de irrealidad, de pantomima, a la propia vida. “Los amigos” habla de la identidad, incluso de la figura del doble, cuando un asesino descubre ante su víctima su pasada identidad como la de alguien del todo ajeno. Un ambiente típico del lumpen argentino se describe en “El móvil”, cuento policíaco, de amor y de celos, donde el protagonista queda convertido (en un nuevo ejercicio de simetría y circularidad) en lo que él perseguía. “Torito”, homenaje y monólogo de un boxeador que recuerda sus éxitos y fracasos, nos devuelve al Cortázar nostálgico y emocionado.
Un entorno lúgubre, asfixiante, antes un paraíso y ahora una pesadilla, preside “Relato con un fondo de agua”, cobrando importancia las visiones oníricas y el aislamiento, la narración de un loco y el peso del destino y de la culpa. “Después del almuerzo” trata de la iniciación infantil a la vida y el peso insoportable de las responsabilidades, encarnadas en un ser enigmático y no descrito; la madurez llega con el reconocimiento de estos aspectos oscuros, poco agradables, del mundo adulto. “Axolotl” nos traslada al enigma insondable de unas criaturas cuasi-mágicas, que también es el nuestro propio, el de nuestro propio ser, cuestionadas y trastocadas sus fronteras (otra vez la sospechosa mano del escritor y sus ficciones asoma tras este relato). “La noche boca arriba”, o la dualidad entre sueño y vigilia ¿pero qué es soñado y qué no lo es? Un terror atávico hace acto de presencia, con un giro final, algo más que un simple accidente de moto y una vuelta a las equivalencias insospechadas (a destacar aquí el magistral “montaje” de las dos tramas). Concluye el libro con “Final del juego”, final también de los juegos de niños, una triste historia de romance infantil imposible, que nos mete de lleno en un mundo particular de diversiones, de simulaciones, de trenes que pasan sólo una vez y de convencionalismos sociales a los que damos demasiada importancia y estropean lo que podría haber sido.
De las mejores compilaciones de relatos de Cortázar. Cuentos magistrales como Axolotl, Las ménades, flor amarilla, final de juego. Bastante recomendable
Cuentos como "Final del juego", "Los venenos", "Después del almuerzo", "Continuidad de los parques", "No se culpe a nadie" y "Axolotl" hacen de este libro el cofre de algunos de los clásicos de Cortázar. Luego tenemos el caso de otros textos también muy buenos, como "Las Ménades" (relato en crescendo que deja sin aliento al lector), "Los amigos" (una suerte de policial breve) y "El móvil" (que viene hacer el relato de una persecución); se ha dicho del resto de los relatos que son igual de buenos, pero a mí no me convencen mucho.
Definitivamente, los mejores relatos de esta colección de cuentos son "Final del juego" y "Los venenos". Ambos presentan similitudes. "Final del juego" es un quemadero de cabeza; recuerdo haberlo leído a los quince, a los diecisiete, y una tercera vez a los dieciocho, y siempre tuve una experiencia distinta y el final del texto que me genera un calor en las entrañas.
Recomiendo mucho este libro porque presenta textos memorables en sus imágenes y hechos, y en su técnica de ejecución.
#DesafíoLecturalia2017
Este libro es maravilloso, con cuentos que nos muestra ciertos sucesos de la vida cotidiana de ciertos individuos, en el que algunas ocasiones se funde la realidad con la fantasía. Escritos de una forma tan amena que nos transportan a esas realidades de manera casi mágica. Es un libro que recomiendo bastante.
Es imposible no darle un 10 a Cortázar y tratar de explicar el por qué. Puedo decir que es un libro PERFECTO.
Me llevé una linda sorpresa al leer a este autor.
La belleza de su narrativa, hacen de esta lectura un vaso dulce y jugoso de beber. Desde el punto de vista literario, este libro es una maravilla con un atractivo inmenso. Viéndolo desde las ideas de Cortázar, si bien algunas me resultaron bastante simples... nada trascendental, no quita que haya sido un buen libro.
Hay muchos cuentos buenos, como: "Torito", "Axolotl", "No se culpe a nadie", "Después del almuerzo" y "La noche boca arriba"
En todos, Cortázar nos hace vivir las escenas con una facilidad increíble. Tiene un manejo de la narrativa que es impresionante. En fin, un autor para sentarse y disfrutar la lectura lentamente, contemplándola, ya que su literatura sí que embellece la palabra.
Tengo sentimientos encontrados respecto a Cortázar, es lo primero que leo de él y por un lado sentí que me encontraba más apreciando la forma en que escribía (que es muy buena) que realmente compenetrándome con la trama de los cuentos. El cuento que probablemente más me haya llamado la atención fue "La noche boca arriba" porque me gustó esa cosa borgeana del soñador que es soñado. Y además volviendo al tema de su forma de escribir, me gustó mucho "El río", la forma en que escribe ahí es sublime. Quiero seguir leyendo de este autor, porque por algo es conocido y respetado de tal forma.
Quedé impresionado por la calidad de los cuentos. "Las Ménades" me dejó con la boca abierta, "No Se Culpe a Nadie" es una joya que solo Cortazar pudo haber acuñado. "La Noche Boca Arriba", "Axolotl" sin palabras. El resto están a la misma altura, muchos son clásicos intocables.