Resumen y sinopsis de Historias de cronopios y de famas de Julio Cortázar
Historias de Cronopios y de Famas es un viaje fantástico que nos remueve de la realidad para llevarnos al universo lúdico que Cortázar creó dentro los espacios que van creciendo entre cada situación cotidiana. En lo absolutamente mundano recae la capacidad para dar pie a las observaciones más insospechadas, para romper el delicado balance en el que subsistimos.
La existencia de los Cronopios, esos seres húmedos y verdes, se le reveló a Cortázar durante una función de teatro, poco después de su llegada a Francia. Durante los años venideros empezaría a acumular las historias que al final caen en cuatro categorías distintas, para ser publicadas en un sólo volúmen titulado Historias de Cronopios y de Famas, en 1962.
Cortázar magistralmente nos da instrucciones para romper con el tedio de la vida. Luego nos lleva de la mano para visitar a una familia completamente fuera de lo común. Hace un recorrido por el poder que se oculta en todas las cosas plásticas y objetos inanimados que nos rodean, para culminar en los famosos seres imaginarios que han cautivado al mundo.
Este libro es mezcla de prosa con poesía, de filosofía con comedia, de crónica con fantasía. Este libro es la garantía perfecta para arrancarle una sonrisa hasta a la persona más gruñona.
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Uno debe confesar de antemano que es un enamorado de la escritura de Julio Cortázar. Y no solo eso, es de los primeros escritores al que intenté copiar cuando jugaba a creer que era escritor. Hecha esta confesión es momento de entrar en materia.
Las Historias de Cronopios y de Famas es una obra inclasificable, al menos a mi modo de ver. Un librito de poco más de cien páginas de aspecto inocuo que, visto desde la simplicidad, podríamos definir como un libro de cuentos… Sí, cierto, pero unos cuentos un tanto especiales. Porque, qué clase de cuento puede ser uno que nos dé las instrucciones para subir una escalera…
Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón […]
…pero Julio nos lo regala. Del mismo modo que nos regala las instrucciones para dar cuerda a un reloj, aunque antes se permita ofrecernos un preámbulo de las mismas:
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca […]
Y cuando uno cree que eso es todo, que el libro parece un simpe divertimento o una tomadura de pelo por parte del autor, aparece la maravilla. Solo que no es una maravilla al alcance de todos, pues es necesaria una mente abierta, un cierto corazón infantil y un mucho de observación del mundo que nos rodea para darnos cuenta de la maravillosa catalogación a la que llegó Cortázar cuando inventó esos tres grupos de seres: Los Cronopios, los Famas y las Esperanzas. Vaya como ejemplo, para ser conocedores de cuál pueda ser el carácter de los Cronopios, este brevísimo retazo del encuentro entre una Flor y un cronopio:
Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz.
La flor piensa: «Es como una flor.»
Poco más se puede comentar del libro, es un puro ejercicio de estilo en el que Julio Cortázar despliega sus saberes narrativos sobre un divertimento que trasciende el significado formal de su contenido. Y que al menos para mí, forma parte de esos libros que uno amortiza a base relecturas, pues con los años —no los del libro sino los de uno— mejora en su significado.
Textos breves y oníricos escritos con una gran originalidad y delicadeza en el lenguaje.
La influencia surrealista y vanguardista de Cortázar es más notable en este libro que en sus cuentos más clásicos, cerrados y perfectos. Libro muy variado donde conviven microrrelatos, anécdotas e invenciones de lo más diversas, a menudo con mucho humor, con un componente lúdico que invita al lector a participar en lo que no deja de ser un juego literario; una escritura fragmentaria, dispersa, pero unificada por el inconfundible estilo y por la mirada del autor, planteando como de costumbre su particular visión de las cosas, haciendo brotar lo inesperado y lo maravilloso de donde menos te lo esperas. En la primera parte, denominada “Manual de instrucciones”, se nos replantea el significado y la utilidad de cosas cotidianas, en ella están las famosas “instrucciones para dar cuerda al reloj”, o la inquietante perspectiva (y más vigente que nunca) de que no somos dueños de nuestras posesiones, sino que éstas pueden adueñarse de nosotros. En “Ocupaciones raras”, el narrador cuenta en varios episodios las peculiares costumbres de su más que peculiar familia (desde montar un cadalso en el patio de casa hasta irrumpir en un funeral y adueñarse de la situación)… sin embargo, tal y como lo plantea, parece desprenderse un cierto sentido común de semejantes excentricidades.
Los cronopios, las famas y las esperanzas son seres imaginarios revestidos de características humanas, como la normalidad, la razón, las buenas costumbres, en el caso de los famas, frente a lo irracional, la locura y el desenfadado caos que representan los cronopios, o la pasividad de las esperanzas. Hay como una simplicidad, una ternura, en las andanzas de estas criaturas, que parecen propias de la literatura infantil, o más bien es la mirada del autor semejante a la de un niño, capaz aún de sorprenderse con todo lo que descubre, de hallar un patrón lógico donde no parece haberlo (“Las líneas de la mano”), de concebir la escritura como una broma, una fantasía, muy seria a su manera, en forma de descripciones muy líricas (como “Aplastamiento de las gotas” o “El diario a diario”, que extraen todo el potencial poético de algo tan insignificante como la lluvia en los cristales, o un periódico… mientras que “Acefalia” cuenta un disparate grotesco como lo más normal del mundo). O en forma de aliteraciones (“Discurso del oso”), o de visiones oníricas (“Esbozo de un sueño”). O explorando la vida secreta de objetos (bicicletas, como en “Vietato introdurre biciclette”), o de animales (las hormigas, en “Geografías”, o directamente inventados, en “Retrato del casoar”).
Originales cortas historias con toques de surrealismo e incluso rayando en ocasiones lo absurdo. Como dice el autor, representan una ruptura con todas aquellas normas establecidas en el argumento de un relato. A pesar de ello, algunos de estos cuentos son tan absurdos que se tornan confusos, aunque por suerte estos casos no abundan. Me maravillaron "Aplastamiento de gotas", "Discurso del oso" ,"Fin del mundo del fin" y las instrucciones para subir una escalera y dar cuerda a un reloj. El buscar nuevos caminos en la narrativa no merece una nota baja por mi parte.
Muy lindas viñetas y relatos cortos. Un despliegue de la inmensa capacidad creativa de Cortázar. Relatos fantásticos que se acercan al surrealismo. Muy recomendable y divertido.
Dividido en cuatro apartados, "Historias de cronopios y de famas" encierra textos únicos, cortos, donde se muestran las versatilidades de Cortázar, que cuenta cosas tan increíbles y rebuscadas que es difícil pensar que pueda existir tal nivel de creatividad. Los dos mejores apartados, a mi parecer, son "Ocupaciones raras", que narra, en varios textos, las curiosas costumbres de una familia muy numerosa, y "Material plástico", donde prácticamente Cortázar pone todas sus ideas más disparatadas en la parrilla, dejando, en la memoria del lector, imágenes muy fuertes, como es en mi caso, el hocico de un oso asomándose por la canilla o la imagen de una gota de agua agarrándose con dedos y uñas, del marco de la ventana, para no caer.
Leer este libro es lo mejor de Cortázar. Y sino, es lo que más se acerca.
Mi primera incursión en el universo Cortazar, fue a través de Rayuela. Fácilmente se puede deducir que que fue un fiasco. Ahora vuelvo a entrar en el mundo del autor y tengo mis dudas sobre si habrá próxima vez ya que Historias de Cronopios y Famas, no ha logrado satisfacerme.
Como ya dije en Rayuela, siempre me ha parecido que Julio Cortazar escribe muy bien. Tiene una prosa fluida y fácil de entender. Pero este libro, para mi gusto, tira demasiado al surrealismo lo que hace su lectura confusa y lenta. Sin embargo no puedes decir que sea aburrido, ya que las historias son muy cortas, lo que contribuye a mantener cierta sensación de desorientación a lo largo de todo el libro.
Respecto a de lo que trata, solo puedo decir que es realmente una mezcla indigesta. El libro está compuesto por cuatro partes. "Manual de instrucciones"es un derroche magnífico de ingenio e imaginación, por desgracia, demasiado breve. La segunda parte, "Ocupaciones raras" resultaría más atractivo si no hubiera intentado mezclar surrealismo y humor. "Material plástico" no hay por donde cogerlo. Lo único que entiendes en esta parte de cada uno de los relatos es el título. Y a veces ni eso. Y la última parte, "Historias de Cronopios y Famas", es todavía peor que la anterior, en cuanto a que ni siquiera sabes que es o a qué se refiere con lo de cronopios, famas y esperanzas.
Resumiendo, Este libro es una recopilación de variopintos relatos que acaban hastiando al lector por su carácter extraño e incomprensible. Salvo la primera parte, el resto es totalmente prescindible y, hasta conveniente que no se lea o se olvide rápido.
Me parece una obra sobrevalorada. No niego que es original y tiene absurdos graciosos, pero no pasa de ahí.
Un libro que se aparta del estilo que tienen sus de mas obras, pero no por eso deja de ser una buen libro. Un conjunto de anécdotas que redactan lo absurdo que pueden ser los hábitos y costumbres de una sociedad en la que vivimos, descritas de una forma ingeniosa y muy amena.
Todos los relatos son increíbles. Un viaje mágico por ese mundo-Cortázar que tanto nos fascina...