Resumen y sinopsis de Todos los fuegos el fuego de Julio Cortázar
La autopista del sur, La salud de los enfermos, Reunión, La señorita Cora, La isla a mediodía, Instrucciones para John Howell, Todos los fuegos el fuego y El otro cielo: ocho relatos que constituyen una fiesta de la inteligencia, de la pasión y del genio.
«Me ha hecho muy feliz, escribir. Me ha hecho muy feliz sentir que en torno a mi obra había una gran cantidad de lectores, jóvenes sobre todo, para quienes mis libros significaron algo, fueron un compañero de ruta. Eso me basta y me sobra.» Julio Cortázar
Todos los fuegos el fuego (1966) es una de las mejores recopilaciones de relatos que un lector puede leer. O algo más que leer: vivir como experiencia propia, que le ensanche las percepciones y le enriquezca la memoria. Los cuentos de Cortázar son ritos de humor, de parodia y de ternura, solicitudes de complicidad, invitaciones a la iniciación repentina.
Desde la exasperada metáfora de las relaciones humanas que es La autopista del sur hasta la maestría de El otro cielo, Cortázar vuelve a abrir nuevos caminos con relatos que son referencia obligada para sus lectores y para los amantes del cuento en general.
Ha participado en esta ficha: ilvin
"Todos los fuegos el fuego" es un libro de cuentos sencillamente fantástico, en parte porque reúne sus afamados "La autopista del sur" y "La señorita Cora" (merecida fama tienen estos relatos), y en parte que cuenta con "La salud de los enfermos", "El otro cielo", textos que deberían ser reconocidos dentro de los mejor que ha escrito Cortázar, como tantos otros.
Este libro no es un diez porque los textos restantes ("Reunión", "Todos los fuegos el fuego" e "Instrucciones para John Howell") no son gran cosa; hasta me parecieron incompletos, vagos. "La isla a mediodía" es el típico y repetido cuento fantástico de Cortázar, que no agrega nada nuevo a su literatura.
Ocho cuentos que revelan a un maestro del género, en pleno dominio de su particular estilo, fiel a una visión del mundo siempre sorprendida y sorprendente, consistente en reformular los aspectos más prosaicos y aparentes de lo real. En “La autopista del sur”, un atasco automovilístico, situación alienante como pocas, donde parece imposible que pueda florecer nada que no sea fruto de la mala leche y de la frustración, deviene por un momento (de locura o de cordura) en una insólita metáfora de la supervivencia, de la organización del ser humano en sociedad, teniendo lugar los hechos más importantes de la vida. En “La salud de los enfermos”, una mentira piadosa acaba generando su propia verdad, una ficción en la que nadie puede evitar participar, recuperando el autor el motivo de las cartas y de la madre que ya utilizó en un cuento anterior. “Reunión” desvela su faceta más política (aún siendo su obra muy poco realista) y sus simpatías hacia la revolución cubana, destacando la importancia de los símbolos, de un orden abstracto superior que permita superar las dificultades y hacer realidad lo imposible. “La señorita Cora” supone la inmersión en la intimidad de unos seres vulnerables y en pleno aprendizaje vital ante una situación difícil, tal vez irreversible… y además, una hazaña técnica, una locura de puntos de vista narrativos, de subjetividades en conflicto, donde el lector debe orientarse constantemente.
“La isla a mediodía”, arriesgada mezcla de realidad y posible invención, nos habla de un hombre exiliado, buscador de un paraíso que tal vez no exista para huir de su rutina, encontrando en su lugar una visión pesimista de su futuro. “Instrucciones para John Howell”, con diferencia el relato más hermético del conjunto, plantea una reflexión sobre los límites de la ficción, o bien de la vida, hasta qué punto jugamos con cartas marcadas, como títeres de fuerzas superiores (el destino, o bien las convenciones de un arte) y si de verdad podemos sustraernos a ellas (con un final, en consonancia, de lo más incierto y abierto). Dos historias radicalmente inconexas en cuanto a tiempo y lugar se articulan en “Todos los fuegos el fuego”, cuyo título no tiene mucho sentido aparente, pero resulta significativo, ya que expone las misteriosas conexiones que pueden darse donde sólo parece haber azar; magistral ejercicio narrativo que indaga en una simetría universal y fatal. Se cierra el libro con “El otro cielo”, sentida evocación de un pasado bohemio, como de cuento de hadas, una realidad construida en el recuerdo, llena de vida, de peligros y emociones, que contrasta con un presente acomodado, muy real, pero en cierto modo desolador; supone también un homenaje literario a la figura del maldito conde de Lautreamont.
Me parecieron más fragmentos que cuentos, en los que la forma en que el autor cuenta las historias (frases largas, muy largas, personajes que hablan poco y dicen mucho, recarga poética constante en algunos casos, una especial estructura de salto de personajes en "La señorita Cora" y de salto en el tiempo en "Todos los fuegos el fuego") predomina sobre las historias en sí, que son comunes, sin gran atractivo. No hay caso, Cortázar no me llega.
Cortázar nunca falla y este libro es un claro ejemplo de ello. fácilmente este libro contiene relatos que se van aquedar en mis recuerdos por un largo tiempo. Relatos en los que se ve específicamente transcurrir el tiempo y como repercute en el desarrollo de la historia, contados con distintos estilos de narrativa, un libro que vale bastante la pena leer.
No siendo un entusiasta del relato en general, he de decir que estos cuentos de Cortázar consiguen en pocas páginas lo que muchas novelas no alcanzan: la total simbiosis entre personaje y lector, dispuesto éste a la total licuación en cada una de las fábulas.
Casi tan bueno como "Final del Juego". "Autopista del Sur" justifica de por sí todo el libro, es un grandísimo, grandísimo cuento. "Isla al Mediodia" tiene todos los elementos propios del autor, genial. El cuento "Todos los Fuegos el Fuego" tiene una mística muy delicada. El resto, no obstante, está dentro del mismo nivel literario.
Aunque los cuentos están bien y son entretenidos, esta vez no comparto la valoración de los lectores. A veces me han aburrido bastante.
De todos los libros de cuentos de Cortázar, mejor dicho, de todos los libros de cuentos que leí, este es el mejor sin duda. No hay cuento que tenga desperdicio. "La autopista del sur" y "El otro cielo" son lectura obligada, esos dos cuentos solamente podrían hacer que el libro que los contenga, a pesar de que sea muy malo el resto de los cuentos (no es este el caso), tenga un diez.
Creo que es el mejor compendio de cuentos que he leído, y probablemente que jamás leeré; cada cuento es magnífico. La autopista del sur, inmortal cuento cuya originalidad es desmesurada; el otro cielo, excelso;o el que da título al libro, grandioso. Insuperable, cuentos insuperables.
Es uno de los mejores libros de cuentos de Cortázar, que no tiene ninguno malo. Contiene el inolvidable "La autopista del sur", el conmovedor (pese a no ser la tónica general del autor) "La señorita Cora", el fantástico "La isla a mediodía" y otro conjunto de relatos excelentes.