Resumen y sinopsis de Los premios de Julio Cortázar
Los premios fue la tercera novela escrita por Julio Cortázar y la primera en ser aceptada por un editor para su publicación. Apareció en 1960 cuando el autor ya gozaba de una sólida reputación como narrador gracias a tres colecciones de cuentos. Múltiples y variadas han sido las interpretaciones que la crítica ha propuesto sobre esta novela. Todas ellas, por su diversidad y distancia entre sí, constituyen una prueba fehaciente del extraordinario potencial semántico del texto. Desde sus primeras líneas, 'Los premios' se presenta como una prospección de la dimensión verbal de su universo ficticio, de la pluralidad de modos de expresión de los personajes. Los capítulos se van acumulando como astillas del texto, fragmentos que constituyen el archipiélago de voces de 'Los premios', a las que el narrador va dando sin cesar la palabra de su discurso mental o hablado.
Ha participado en esta ficha: erikraul31
Numerosas familias y parejas ganan un premio que les permite realizar un viaje en barco. Unas merecidas vacaciones. Su sorpresa no es menor al saber que hay una parte del barco que les es vedada por motivos nada convincentes. Esta trama de misterio le sirve a Cortazar para indagar en las vidas y secretos de cada tripulante, y para conducir a la historia hacia un final eléctrico y trepidante. Sin dudas el libro atrapa, fascina y engancha. La única parte "difícil" son las reflexiones metafísicas de unos de los personajes. Yo simplemente no pude con ellas, pero no me parece que hayan mellado en mi lectura.
Y sucedió lo que nunca creí que acontecería: aburrimiento y algo de decepción con una obra de Cortázar. Los premios amaga pero no concluye, deja atisbar el genio pero como reprimido, muestra pinceladas de ese talento que en seguida se apaga... Es un Cortázar en formación, o así lo parece, aún dentro de su cascarón. La historia no sabe si tirar hacia realismo o fantasía y los misterios iniciales, que se alimentan a lo largo del relato, terminan por extinguirse sin desarrollo. Lo mejor, la descripción de los personajes. Lo peor: un exceso injustificado de erudición. En el medio, unas relaciones personales que podrían estar bien si tuvieran lugar en tres meses pero no en tres días. Lo dicho, de esas sorpresas amargas que a veces encuentras en tus lecturas...
Fascinante novela, el punto de partida de la historia es prometedor y a mi juicio cumple con creces las expectativas. El relato es exquisito, los personajes son muy ricos y se van dejando conocer a lo largo del libro, por eso uno queda con ganas de más.
Una novela muy bien lograda. Es de fácil lectura y muy llevadera. El argumento es interesante, y en cuanto a formas literarias el libro es exquisito. A mi criterio, lo único criticable sería el final, tal vez esperaba saber más sobre el rumbo que tomarían las vidas de cada uno de los personajes. Pero en fin, los finales abiertos son un carácter recurrente en el estilo cortazariano; y no sería justo reclamarle nada ya que, como cuenta en varias entrevistas, él es sólo un operador, un transmisor que reproduce a través de sus libros historias que le llegan desde un lugar ajeno a sí mismo. Él no se siente creador, sólo se le presentan historias ya hechas, con un principio y un final, y fuera de eso no puede precisar qué ocurre.
Interesante novela de Julio Cortázar, con una trama de realismo fantástico muy bien llevada.
Una novela que permite sumergirse en las costumbres de las diferentes clases sociales de la Buenos Aires de mitad de siglo a todos los que somos de unos cuantos años más adelante y lo poco que conocemos es de oído o fotos. Mención aparte a Cortázar escribiendo, sólido como casi siempre. La considero mucho más histórica que novelas históricas que se precian de tal cualidad.
Interesante relato, bien llevado, aunque por momentos hay algunas anécdotas intrascendentes y muchas incógnitas sin resolver.
Esta novela, en el momento en que fue publicada, constituía una radiografía excelente de ciertos tipos urbanos argentinos, dentro de un argumento cuasi policial de alto interés. Lamentablemente es un caso paradigmático de envejecimiento deficiente. Las personas ya no hablan, ni actúan, ni se visten, ni mantienen los prejuicios sexuales de esa época. El mundo cambió y la novela se quedó, irremediablemente, en la década del 60. Si el lector logra abstraerse de la posmodernidad -no literaria: de las costumbres- podría llegar a disfrutarla.