Resumen y sinopsis de La solterona de Edith Wharton
En 1850 la alta burguesía neoyorquina disfruta de una desentendida prosperidad. Delia, «reina» del endogámico clan de los Ralston, ultima los detalles de su vestuario para brillar en el acontecimiento social del año: el enlace de su prima Charlotte Lovell con Joe Ralston, que además sellará una alianza entre las dos familias hegemónicas de Nueva York. Cuando nada parece poder desbaratar tan idílico porvenir, una desquiciada Charlotte irrumpe en casa de Delia para desvelarle un secreto que alterará para siempre la placidez de sus vidas y que, de saberse, tumbaría los códigos éticos de los que ambas se han venido nutriendo. Los destinos de Charlotte y Delia quedan trágicamente atados bajo la inviolabilidad del secreto que comparten, consolidándose entre ambas una tormentosa relación en la que convergerán los celos, la compasión, el amor filial y la suspicacia.
Drama de época, bien construido pero de una gran sencillez. Detrás de la fachada de respetabilidad de los personajes, hierve todo un mundo de emociones que les está carcomiendo por dentro. Personajes abnegados, capaces de dar mucho amor pero también de odiar con la misma intensidad. Encuentro los caracteres un poco exagerados, aunque es difícil de determinar por la época en que está ambientada la novela. Me recuerda las películas de cine mudo, en que los actores a veces tienden a sobreactuar para llegar al público.
Novela corta que se lee rápidamente y que resulta muy entretenida, precioso el final.
Creo que no puedo ser imparcial con Edith Wharton, me encanta todo lo que leo de ella. En esta pequeña novela en concreto me gusta como dibuja los sentimientos de las protagonistas. Sentimientos contenidos, apenas revelados por un gesto.
Me sigue sorprendiendo la originalidad de la autora, y como sabe mantener una mente abierta y libre de prejuicios viviendo, como vivió en una sociedad extremadamente intransigente y dogmática.
La solterona es de esos libros que hay que leer teniendo muy claro el contexto y la situación en los que fueron escritos porque en caso contrario, si perdemos esa perspectiva, no podremos terminar de entender la historia que hay detrás.
Dicho esto no quiero dejar de señalar que en determinados momentos el libro me recordó alguna de las historias de Jane Austen y aunque hayan pasado casi 100 años desde que se escribió sigue teniendo una cierta vigencia.
Las convenciones sociales, el qué dirán, juega un papel importantísimo en la historia y la crítica que subyace no deja indiferente. Una sociedad que no mide a hombres y mujeres por el mismo rasero y donde la “contención social” es fundamental. El libro nos muestra un retrato realista, desagradable en ocasiones, sobre determinados típicos y tópicos derivados de la condición femenina, de la posición social o de la vida conyugal. Es lo que hay, parece decir.
Un libro escrito con sencillez pero con una crítica afilada a la soltería, a la vida de casada y también a una maternidad entendida de un modo muy distinto al que contemplamos un siglo después.
Recomendable.
Buen retrato de la sociedad de la época y también de los personajes de las dos primas. A mí personalmente, después de lo dicho no me ha aportado nada, me queda lejos la historia, aunque vuelvo a repetir es un buen retrato de la hipocresia reinante en la alta sociedad del siglo XIX en Nueva York.