Resumen y sinopsis de Si todos lo dicen... de Aurelio Arteta
Los tópicos aquí reunidos son juicios de valor que actúan a modo de prejuicios básicos ampliamente compartidos. Ellos manifiestan la mentalidad de una sociedad, componen un retrato colectivo en el que nada cuesta reconocernos. No ha de suponerse que los tópoi sean invenciones de los medios de comunicación, aunque éstos contribuyan lo suyo a propagarlos. Esos lugares comunes son creación nuestra: de nuestra comodidad y de nuestros miedos, de la ignorancia tanto como del espíritu rebañego de la mayoría. Prescindir de ellos, pues, exige ponerse a pensar lo que quizá no hemos pensado nunca, porque en ese mismo vacío se asienta buena parte de nuestras convicciones.
En la estela de su libro anterior, Tantos tontos tópicos, Aurelio Arteta vuelve a cargar en Si todos lo dicen... contra otros cuantos clichés que nos confunden. Empecemos a sospechar de eso que siempre hemos creído evidente por ser lo que acostumbramos a escuchar, lo que todos aprueban y nadie discute, lo que nos asegura su acogida... Descubrir estas frases hechas, cuestionar sus pretensiones y remover su falsa solidez es un quehacer que todo sujeto debe imponerse. Una guía adecuada para ello puede ser esta topografía moral que el autor nos ofrece.
Si todos lo dicen es una colección de esos tópicos que inundan la vida y las conversaciones cotidianas y con los que creemos dar razones contundentes de que nuestra argumentación es la correcta. Lástima que aquí tengamos una excelente revisión que viene, en poco más de 200 páginas, a desmontarlos todos.
Aurelio Arteta es el autor de este curioso libro. No lo conocía, pero eso tampoco parece sorprendente si tenemos en cuenta que no suelo ser lectora de esta clase de libros. Lo que resulta obvio es que Arteta es un buen escritor, aunque su estilo de escritura resulte complejo, enrevesado y de complicada ejecución. Todo esto se basa en una prosa algo lenta, aunque profunda, con un desarrollo un poco lioso, un lenguaje bastante rimbombante y difícil de seguir en ocasiones y unas descripciones nulas o con muy poco peso en el texto.
Como he dicho arriba, Si todos lo dicen, es una antología de esos tópicos que se usan para dar por buena una postura moral y zanjar conversaciones incómodas. El autor, por tanto, coge todos esos tópicos y los clasifica en varios tipos: aquellos que validan la opinión propia y denigran la ajena, los que están relacionados con el dinero y la fama, los tópicos políticos y, para finalizar, los que tienen que ver con la muerte. Cada uno de ellos es diseccionado, explicado y puesto a prueba, hasta llegar a la conclusión de que su utilización como herramienta moral es absurda. Es entonces cuando te das cuenta de qué estúpido puede ser agarrarse a estas posiciones manidas que son más un signo de la costumbre o de la falta de inteligencia, que no porque sean ciertos. Eso sí, el autor siempre adapta una posición excesivamente moralista y, en mi opinión, a veces desmonta un tópico, pero por las razones equivocadas.
Definitivamente, si todos lo dicen, es una lectura interesante e instructiva acerca de esas “frases hechas” que todos hemos escuchado o usado alguna vez. Oraciones como “Hay que pensar en positivo”, “Siempre pagan justos por pecadores”, “Todos somos iguales ante la ley” o “El tiempo pone a cada uno en su lugar” son solo algunos ejemplos de lo que estamos hablando. Y si, los hemos dicho todos. Así que, si todos lo dicen, será porque todos estamos equivocados. Y gracias a este libro podemos rectificar. Ya no hay excusa…
Si todos lo dicen es una colección de esos tópicos que inundan la vida y las conversaciones cotidianas y con los que creemos dar razones contundentes de que nuestra argumentación es la correcta. Lástima que aquí tengamos una excelente revisión que viene, en poco más de 200 páginas, a desmontarlos todos.
Aurelio Arteta es el autor de este curioso libro. No lo conocía, pero eso tampoco parece sorprendente si tenemos en cuenta que no suelo ser lectora de esta clase de libros. Lo que resulta obvio es que Arteta es un buen escritor, aunque su estilo de escritura resulte complejo, enrevesado y de complicada ejecución. Todo esto se basa en una prosa algo lenta, aunque profunda, con un desarrollo un poco lioso, un lenguaje bastante rimbombante y difícil de seguir en ocasiones y unas descripciones nulas o con muy poco peso en el texto.
Como he dicho arriba, Si todos lo dicen, es una antología de esos tópicos que se usan para dar por buena una postura moral y zanjar conversaciones incómodas. El autor, por tanto, coge todos esos tópicos y los clasifica en varios tipos: aquellos que validan la opinión propia y denigran la ajena, los que están relacionados con el dinero y la fama, los tópicos políticos y, para finalizar, los que tienen que ver con la muerte. Cada uno de ellos es diseccionado, explicado y puesto a prueba, hasta llegar a la conclusión de que su utilización como herramienta moral es absurda. Es entonces cuando te das cuenta de qué estúpido puede ser agarrarse a estas posiciones manidas que son más un signo de la costumbre o de la falta de inteligencia, que no porque sean ciertos. Eso sí, el autor siempre adapta una posición excesivamente moralista y, en mi opinión, a veces desmonta un tópico, pero por las razones equivocadas.
Definitivamente, si todos lo dicen, es una lectura interesante e instructiva acerca de esas “frases hechas” que todos hemos escuchado o usado alguna vez. Oraciones como “Hay que pensar en positivo”, “Siempre pagan justos por pecadores”, “Todos somos iguales ante la ley” o “El tiempo pone a cada uno en su lugar” son solo algunos ejemplos de lo que estamos hablando. Y si, los hemos dicho todos. Así que, si todos lo dicen, será porque todos estamos equivocados. Y gracias a este libro podemos rectificar. Ya no hay excusa…