Resumen y sinopsis de El último pasajero de Manel Loureiro
Agosto de 1939. Un enorme trasatlántico llamado Valkirie aparece a la deriva en el océano Atlántico. Un viejo buque de transporte lo encuentra por azar y lo remolca a puerto, tras descubrir que en él tan sólo queda un bebé de pocos meses... y algo más que nadie es capaz de identificar. Setenta años después, un esquivo hombre de negocios decide reflotarlo y repetir, paso por paso, el último viaje del Valkirie. A bordo, atrapada en una realidad angustiosa y contrarreloj, la periodista Kate Kilroy descubrirá que sólo su inteligencia y su capacidad de amar podrán evitar que la nave se cobre de nuevo su siniestro precio en este viaje. Inquietante. Enigmática. Adictiva. Bienvenidos al Valkirie. No te podrás bajar... aunque quieras.
Nos encontramos ante una historia que podía haber dado mucho de sí, pero que al final se ha quedado en agua de borrajas. El final deja al lector con la sensación de que el escritor lo ha llevado a una conclusión sin pies ni cabeza. Una pena, porque hay elementos interesantes (un barco fantasma nazi, el tiempo pasado que se superpone al actual, el novio que vuelve después de muerto para salvar a la protagonista o la fuerza oscura maléfica que vaga por el barco). Este libro es una prueba de que lo más importante en el desarrollo de una obra es una conclusión que deje satisfecho al lector, hecho que aquí no sucede, con un enfrentamiento final sin sentido y hechos que no concuerdan con lo expuesto anteriormente.
Como todo buen thriller que se precie de serlo, El último pasajero, te atrapa nada más empezar. Y es que de principio a fin, no te puedes apartar de su lectura. Aunque, como libros similares, genera demasiadas expectativas que luego no cumple ni por asomo.
Al autor, Manel Loureiro, ya le conocía de Apocalipsis Z, una serie de libros de temática Zombie. Y, si bien es cierto que el tema es radicalmente distinto, Loureiro mantiene el tipo, resultando un escritor aceptable. Su forma de escribir resulta fluida y, como en libros anteriores, resalta por su dinamismo, que se plasma en espectaculares escenas de acción, que te dejan sin palabras. Su prosa es sencilla y poco dada al adorno innecesario, lo que ayuda a la lectura, y sus descripciones resultaron magníficas. Visuales y nada pesadas..
El último pasajero narra una historia a caballo entre la Ciencia-ficción y el auténtico thriller. En esencia, seguimos a Kate Kilroy, que tras enviudar recientemente, debe cubrir la desconcertante noticia de la vuelta al mar de un transatlántico, Valkirie, que 70 años antes fue encontrado a la deriva con un único pasajero: un bebé de pocos meses. Ahora, Feldman, un esquivo hombre de negocios, ha restaurado el barco y decide repetir, paso a paso, el último viaje del Valkirie. Pero a medida que se acercan al punto donde el transatlántico dejó de funcionar, las cosas se empiezan a desmadrar y Kate, se da cuenta de que hay una presencia rondando el barco con oscuras intenciones. Pero es que, además, toda la historia se encuentra enmarcada en el contexto histórico de la Alemania Nazi, algo que la hace muy interesante.
En esencia, el argumento está bastante bien, sobre todo al principio Pero, hay cosas que no cuadran y otras que directamente sobran. Es decir, hay algunas escenas que no tienen razón de ser y acaban aburriendo, mientras que algunas partes de la historia, no se explican del todo y resultan confusas. Algo que se acentúa, en especial, al final del libro. El desenlace, resulta abrupto y tan poco esclarecedor como el resto de la novela. .
En resumen, El último pasajero, es el tipo de libro que devoras muy rápidamente, lo que lo hace ideal para el periodo veraniego o como libro "entrelecturas". Aunque es entretenido no esperéis nada más, ni siquiera en los momentos en los que la historia contemporánea hace su aparición.
A pesar de unas críticas muy dispares, tanto para bien como para mal, debo decir que a mí se me hizo una lectura muy entretenida. Literalmente me lo leí en cuatro tardes. Además, me gustó la historia con su trasfondo nazi; me pareció que, a pesar de lo raras que se pusieron las cosas, al final todo quedó perfectamente explicado, y eso en las historias de estilo sobrenatural es de agradecer. También tengo que decir que el primer tercio del libro me pareció francamente alucinante, hacía tiempo que no pasaba tanto miedo leyendo unas páginas.
No le pongo un cero porque el inicio es sensacional. Se desarrolla con grandes espectativas que acaban chafadas por el flojo desenlace.
Con una sinopsis que prometía bastante, me ha resultado una lectura poco entretenida que apenas aporta sorpresas. El inicio es algo lento y en el desarrollo, aunque se hace más entretenido, la tensión es mínima porque suceden muchas cosas y el autor no sabe crear un aura de misterio y desaprovecha algunos sucesos. El final me sorprendió en un detalle, pero al mismo tiempo me pareció algo surrealista.
Si se hubiera profundizado más en las cosas sobrenaturales que pasaban, creo que la lectura hubiera sido diferente.
Pese a las malas críticas que tiene, a mí me ha gustado. Ha sabido captar mi atención y tenerme enganchada. Sobre gustos...
El inicio de la novela es buenísimo, pasé auténtico miedo leyéndolo por la noche. Pero conforme avanzas su lectura el libro va perdiendo ritmo y al final acaba decepcionándote. Es una pena porque creo que conseguir ese efecto "terror" a través de las líneas me parece dificilísimo, por lo que tiene un mérito enorme, pero la novela es muy floja.
Lo reconozco, no he podido terminarla. Ni por asomo. Aquí van unas perlas que se pueden encontrar no más comenzar su lectura:
-Un barco hace sonar su sirena para evitar la colisión con un iceberg...
-Los radiadores de la calefacción están a plena potencia, al "rojo vivo" y no, no es una metáfora...
-El contramaestre manda a un marinero a vigilar en la proa armado con unos prismáticos para ser usados en una noche de niebla densa, muy densa...
¿Es necesario que siga? ¿Se pueden escribir mayores torpezas en menos espacio? ¿Pero quién compra los libros de este pedazo de acémila? ¿Cuántos escritores de verdad no ven publicadas sus obras por culpa de analfabetos como el señor Loureiro?
Decepcionante. Para olvidar y para nada recomendar.
Me gustó mucho, historia de fantasmas en toda regla, con algo de magia y ciencia ficción. Te pone los pelos de punta, como en otros libros de este autor.