Resumen y sinopsis de Diarios, 1999-2003 de Iñaki Uriarte
[...] Pla dice que hay que escribir como se escribe una carta a la familia, pero con un poco más de cuidado. Aquí voy a hacerlo como si hasta las cartas fueran un alarde de retórica. Como si hablara solo.He estado en la cárcel, he hecho una huelga de hambre, he sufrido un divorcio, he asistido a un moribundo. Una vez fabriqué una bomba. Negocié con drogas. Me dejó una mujer, dejé a otra. Un día se incendió mi casa, me han robado, he padecido una inundación y una sequía, me he estrellado en un coche. Fui amigo de alguien que murió asesinado y fue enterrado por los asesinos en su propio jardín. También conocí a un hombre que mató a otro hombre, y a uno que se ahorcó. Sólo es cuestión de edad. Todo esto me ha sucedido en una vida en general muy tranquila, pacífica, sin grandes sobresaltos.
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Ni «espíritu de sacrificio», ni «afán de superación», ni «aspiración a la excelencia». Ni ningún respeto o simpatía por tales cosas. [...]
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Los diarios de Uriarte constituyen un referente para multitud de autores y periodistas, y de ahí las elevadas expectativas que avecina su lectura. Sin embargo, y sin desmerecer la frescura de estilo y el ingenio socarrón del cronista (no puede resultar antipático), la sensación global puede conducir, tal vez injustamente, a resumir la obra como los diarios de un gandul acomodado que alardea de su ociosidad y de sus fuentes literarias, Montaigne por encima de todas. No es un dechado de estilo, pero son rescatables bastantes anécdotas de infancias, citas célebres y aforismos efectistas ("La vida me ha tratado injustamente, a mi favor").
Me lo recomendó un amigo, y la verdad es que merece la pena. Se trata de un diario, pero se hace interesante, ameno y entretenido. Tiene continuidad con otros dos libros en la misma línea.