Las editoriales independientes que deberías conocer (I)
Se dice, se rumorea, se comenta, que la industria editorial española está en crisis. El año pasado bajó casi un 20% la producción de títulos y un 11% las ventas. Si miras las mesas de novedades de las grandes librerías encontrarás dos tipos de portadas: las pseudo 50 sombras de Grey o las de una mujer de espaldas mirando al infinito. Sí, es posible que estemos ante el fin de una determinada industria editorial, no lo pongo en duda. Pero en el universo…
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No quiero ni animar ni desanimar a nadie a su lectura con mi valoración. Es desconcertante como poco, si bien se ve que carece de sentido y son situaciones muy surrealistas, el lector entra de lleno en ellas y se las cree. Tiene escenas, personajes, situaciones e "imágenes" que seguro no olvidaré nunca, para bien. De igual manera hay otras tantas que tampoco olvidaré, para mal.
Independientemente de lo anterior reconozco al autor el mérito de una primera novela con poco más de veinte años.
Esta obra es absolutamente no convencional, anárquica, fuera de todo rango, distinta a casi todo. Es bizarra, desopilante, incoherente y a la vez brillante. Mientras se la lee (son más de 500 páginas) se pasa por todos los estados: ganas de tirarla a la basura, sorpresa por no poder creer lo que se lee, reconocimiento a lo brillante del autor, impaciencia por llegar a lo medular de la novela... y resulta que no existe. No hay una historia; hay decenas de historias. El autor (un genio, un desquiciado, una mente superior, lo que sea...) utiliza prácticamente todos los modos narrativos: cuentos, ensayos, narrativa novelada, diálogos, pseudoinformes, historias dentro de historias, relato en primera persona, relato omnisciente, saltos en el tiempo, sobreentendidos, acertijos, guiños, todo. Pone todas las posibilidades narrativas sobre la mesa.
Casi todo es un delirio, pero es atrapante. A las 150 páginas uno no ha entendido casi nada salvo una historia esbozada que parece dirigir el relato... vaya uno a saber dónde!! A las 250 páginas algo comienza a tener algún sentido, hay cabos que comienzan a encontrarse y eso genera satisfacción, entonces uno sigue leyendo. Y el autor se aprovecha y... hace con uno (al menos conmigo) lo que se le da la gana. El personaje de Rick Vigorous es inenarrable, pero en realidad casi todos lo son. Y las "historias" que relata son increíbles, delirantes, inclasificables, (para mí, todas buenísimas). Los personajes están extrañamente delineados en su mayoría, son estrambóticos, con relaciones entre sí poco creíbles, con ausencia de coherencia en muchos casos. Toda la obra es una puesta en escena de un desquicio general. En fin, ámela o déjela. Es tan diferente a todo que uno puede darse cuenta al leerla que no es la lectura que a uno le gusta, pero de todas maneras sigue leyendo porque quiere creer que algo especial lo espera al final. Y lo "especial" en realidad es el trayecto, la sucesión de capítulos locos uno detrás del otro. A mí me pareció genial, pero esto no es para cualquiera, seguro. Hay que leer esta "novela" con mucha paciencia, muchísima atención (cada detalle, cada nombre que vuelve a aparecer y se da por sobreentendido sin más ni más, hay dos personajes importantes con el mismo nombre, por ejemplo) y con una mente más que abierta. Sólo así se digiere. Si no, recomiendo dejarla. Pero antes de las 250 páginas. Si llegaron allí, será muy difícil que la dejen, por bien o por mal. Es lectura muy desafiante, única y diferente. Recomendable? Qué sé yo!
No tengo un diccionario a mano así que tendré que conformarme con utilizar mis propios calificativos. Sublime, insuperable e irrepetible son los tres primeros que me saltan a la cabeza. Y lo único que quieres al terminar es salir a la librería a por el siguiente libro de este genio que se murió mucho antes de lo que debería. ¡Qué novela!