Resumen y sinopsis de Coriolano de William Shakespeare
T. S. Eliot se atrevió a calificar como el mayor logro artístico de Shakespeare esta última de sus tragedias romanas, admirada también por Coleridge y Brecht e inspirada en una historia (legendaria) narrada por Plutarco. Coriolano es un guerrero sobrehumano y un aristócrata radical e inhumano. Su inflexibilidad lo lleva a la tragedia, no sin amenazar la subsistencia de Roma. El conflicto entre patricios y plebeyos ha dado lugar a puestas en escena con muy diversas perspectivas ideológicas. Introducción, traducción y notas de Pablo Ingberg. Esta famosa e interesante obra de teatro ha sido llevada también al cine con gran éxito de crítica.
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Entretenidas y poco más. Sencilla, sin una trama enrevesada como en otras obras.
El argumento es interesante, sobre todo al principio, pero a medida que avanza la obra se vuelve cada vez más tediosa hasta llegar a un final muy rápido e incomprensiblemente tonto.
Si bien es cierto que guarda las formas y el estilo que son tan característicos en el autor inglés, para mí decrece en calidad e intensidad dramática, de forma que no hay ningún pasaje que pueda ser destacable especialmente, ni por el momento trágico o por su prosa sublime.
Sinceramente se la recomendaría sólo a aquellas personas que quieran completar la bibliografía del genial autor inglés. Si alguien va a empezar con las obras de teatro de Shakespeare, no se la aconsejaría, puesto que acaba aburriendo.
Sobresaliente drama shakespeariano, según algunos entendidos el culmen de su arte como dramaturgo, y de su dominio de diferentes estilos de lenguaje (tanto llano como elevado y poético). Como es habitual, se desarrolla en torno a un personaje principal trágico y heroico, que encierra en sí mismo las contradicciones y paradojas que determinan su destino final.
Obra muy política que pone al individuo frente a la masa, una especie de superhombre irreconciliable con sus semejantes y condenado a la soledad. Una confrontación de ideologías (honor, sinceridad, individualismo, frente a demagogia, manipulación, lo que hoy llamaríamos lo “políticamente correcto”) que es a la vez una lucha por la supervivencia, donde no existen héroes ni villanos, y la moral es una idea confusa. La soberbia de Coriolano lo convierte en un sujeto odioso, reprobable, pero quizás sea el único verdaderamente honesto, y esa es la cruda realidad. La manera en que el inglés ilustra las grandezas y miserias del ser humano es intemporal.
Interesante, bien llevada, inteligente, aunque un poco pesada, no es el mejor Shakespeare.