Resumen y sinopsis de La codicia de Guillermo de Orange de Germán Gullón
La derrota de Holanda en el Mundial ante España (2010) es vivida como una ofensa por Joost van der Linden, que no oculta su racismo contra los españoles. Linden, con sus socios Sloterdijk y Toorn, está al frente de una corporación llamada Willem van Oranje: un entramado de empresas cuya base operativa consiste en enriquecerse atacando acciones de bancos que no pasan por su mejor momento, y decide conspirar para beneficiarse del alto interés de la deuda pública de algunos estados, en especial la española.
Para ello resucitarán la leyenda negra inventada por el fundador de la nación holandesa, Guillermo de Orange. Recurrirán a la compra de autoridades universitarias, de corresponsales de prensa, incluso al crimen, para manchar la reputación de España.
Comentarios y opiniones de La codicia de Guillermo de Orange
reah_29La codicia de Guillermo de Orange6.5
Confuso pero entretenido, La codicia de Guillermo de Orange es una de esas novelas que parecen un sinsentido pero que, misteriosamente, acaba enganchándote hasta conseguir devorarlo en muy poco tiempo.
Germán Gullón es el autor de tan singular obra. De más está decir que no lo conocía y que difícilmente me lo volveré a encontrar en mi camino lector. Y no por falta de ganas. Es que no ha vuelto a publicar desde esta novela en 2013. El caso es que Gullón es un buen escritor, de esos que posee un estilo de escritura capaz de ser elegante, engañosamente simple y con una ejecución impecable. Usa para ello una prosa dinámica, estructurada y desarrollada con gran acierto, un lenguaje pragmático y unas descripciones demasiado básicas como para despertar el interés de cualquier lector medio. Aunque siendo justos, no es que sean necesarias del todo para meterte en situación. Y llegamos al punto débil del libro, los personajes. Para empezar hay demasiados caracteres con nombres prácticamente impronunciables en español. Pero lo peor no es eso. Lo peor es el diseño. Decir que es nefasto es quedarse muy corta. Y es que este caso es un claro ejemplo de cantidad frente a calidad. Muchos personajes sí, pero todos ellos construidos de manera vacía y superficial. Un desastre.
No es realmente sencillo explicar de qué trata La codicia de Guillermo de Orange. Tiene que ver con la corrupción de los grandes mercados financieros y la permisividad de gobiernos e instituciones tan corruptos como los anteriores o sencillamente incompetentes. Pero lo comprenderéis algo mejor cuando haga la sinopsis. El libro narra cómo tres empresarios holandeses, llamados los tres cerditos (y no, no es broma) deciden arruinar a todo un país tras la derrota de su equipo en la final del mundial de fútbol. Como habrán adivinado los fanáticos del deporte ese país fue España. Así que estos hombres de negocios deciden disfrazar de patriotismo su profunda xenofobia y empezar a especular con la deuda de países del sur de Europa con el objetivo de ganar dinero y de paso restaurar su ego herido. Con esta premisa, llevan a cabo una serie de acciones, que incluyen las amenazas, las palizas e incluso el asesinato, para conseguir llevar a cabo sus planes. Pero les hará frente un pequeño grupo de holandeses y españoles que de manera enérgica y coordinada conseguirán desenredar el entramado ilegal y financiero de éstos tres lamentables cerditos. Y hasta aquí puedo contar. Sin duda lo peor de toda la trama es que es demasiado liosa debido a las extensas explicaciones sobre los tejemanejes con el dinero, algo que aburre mucho a los profanos en la materia de las finanzas. El resto de la historia está bien hilada y te mantiene leyendo hasta el final, que dicho sea de paso, decepciona un poco. Y es que el desenlace es demasiado abrupto, abierto y peca bastante de ser un happy ending, difícil de encajar con la realidad.
En suma, La codicia de Guillermo de Orange nos muestra la pavorosa realidad de los mercados financieros y cómo unos pocos pueden afectar el futuro de muchos. Las élites ricas, favorecidas por las privatizaciones y siendo, casi siempre, escrupulosamente legales han sido responsables de la enorme brecha salarial y la desproporción tan aberrante de la riqueza en los países occidentales. Así que lo que se propone en esta novela es factible. Pero quiero creer que siempre podemos ponernos enfrente de esta gentuza y parar su codicia. Aunque esta sea de un personaje histórico que lleva muerto siglos.
Confuso pero entretenido, La codicia de Guillermo de Orange es una de esas novelas que parecen un sinsentido pero que, misteriosamente, acaba enganchándote hasta conseguir devorarlo en muy poco tiempo.
Germán Gullón es el autor de tan singular obra. De más está decir que no lo conocía y que difícilmente me lo volveré a encontrar en mi camino lector. Y no por falta de ganas. Es que no ha vuelto a publicar desde esta novela en 2013. El caso es que Gullón es un buen escritor, de esos que posee un estilo de escritura capaz de ser elegante, engañosamente simple y con una ejecución impecable. Usa para ello una prosa dinámica, estructurada y desarrollada con gran acierto, un lenguaje pragmático y unas descripciones demasiado básicas como para despertar el interés de cualquier lector medio. Aunque siendo justos, no es que sean necesarias del todo para meterte en situación. Y llegamos al punto débil del libro, los personajes. Para empezar hay demasiados caracteres con nombres prácticamente impronunciables en español. Pero lo peor no es eso. Lo peor es el diseño. Decir que es nefasto es quedarse muy corta. Y es que este caso es un claro ejemplo de cantidad frente a calidad. Muchos personajes sí, pero todos ellos construidos de manera vacía y superficial. Un desastre.
No es realmente sencillo explicar de qué trata La codicia de Guillermo de Orange. Tiene que ver con la corrupción de los grandes mercados financieros y la permisividad de gobiernos e instituciones tan corruptos como los anteriores o sencillamente incompetentes. Pero lo comprenderéis algo mejor cuando haga la sinopsis. El libro narra cómo tres empresarios holandeses, llamados los tres cerditos (y no, no es broma) deciden arruinar a todo un país tras la derrota de su equipo en la final del mundial de fútbol. Como habrán adivinado los fanáticos del deporte ese país fue España. Así que estos hombres de negocios deciden disfrazar de patriotismo su profunda xenofobia y empezar a especular con la deuda de países del sur de Europa con el objetivo de ganar dinero y de paso restaurar su ego herido. Con esta premisa, llevan a cabo una serie de acciones, que incluyen las amenazas, las palizas e incluso el asesinato, para conseguir llevar a cabo sus planes. Pero les hará frente un pequeño grupo de holandeses y españoles que de manera enérgica y coordinada conseguirán desenredar el entramado ilegal y financiero de éstos tres lamentables cerditos. Y hasta aquí puedo contar. Sin duda lo peor de toda la trama es que es demasiado liosa debido a las extensas explicaciones sobre los tejemanejes con el dinero, algo que aburre mucho a los profanos en la materia de las finanzas. El resto de la historia está bien hilada y te mantiene leyendo hasta el final, que dicho sea de paso, decepciona un poco. Y es que el desenlace es demasiado abrupto, abierto y peca bastante de ser un happy ending, difícil de encajar con la realidad.
En suma, La codicia de Guillermo de Orange nos muestra la pavorosa realidad de los mercados financieros y cómo unos pocos pueden afectar el futuro de muchos. Las élites ricas, favorecidas por las privatizaciones y siendo, casi siempre, escrupulosamente legales han sido responsables de la enorme brecha salarial y la desproporción tan aberrante de la riqueza en los países occidentales. Así que lo que se propone en esta novela es factible. Pero quiero creer que siempre podemos ponernos enfrente de esta gentuza y parar su codicia. Aunque esta sea de un personaje histórico que lleva muerto siglos.