Resumen y sinopsis de La balada de Eleanora Aguirre de Santiago García Tirado
Eleanora Aguirre se confiesa así, a punto de concluir su historia: No necesito nada. Quiero estar aquí un tiempo, conocer gente, vivir esto que está pasando aquí, luego ya veremos. Casi todas sus intenciones se hallan condensadas en esa frase. Bueno, falta un detalle: Conocer a Janis Joplin. En los primeros compases de la novela le ha dicho a una amiga: Si en Monterrey hay gente como esa Janis, no sé qué chingados hago yo en este internado. Aquí no vamos a ver nada del mundo. A una hippie que conocerá más tarde le espeta: Todo eso es una forma de huir. ¿De qué huyen ustedes?Corren los años 70 y México es ancho y ajeno a los ojos de Eleanora Aguirre. Pero no es temible. O no lo suficiente como para agarrotar sus pies. En el camino hay gente diversa y hay ciudades y hay música, en todas partes música: corridos y rock, y rancheras y rhythm & blues. ¿Alguien dijo Joplin? Sí, Joplin también está en el horizonte. La brújula de Eleanora Aguirre se obceca en marcar la dirección hacia Janis Joplin. Eleanora es una muchacha y es una metáfora. Habla de los descreídos, de los que dudan, de los que deciden irse. Es una apología del flâneur. Del inadaptado también, que acaso sean una sola y la misma cosa. En el aire suena Vietnam, y Tlatelolco, y cantan hippies, y otros preparan la revolución. Pero lo que fascina es el camino.
Esta novela es la narración de un viaje.