Resumen y sinopsis de Los minutos negros de Martín Solares
Un joven periodista es asesina do y el caso acaba en manos del Macetón Cabrera, uno de los pocos policías honrados de la fuerza local. A primera vista todo apunta a que el sospechoso es un miembro de un cártel de drogas. Sin embargo, la investigación conduce al Macetón a un antiguo caso relacionado con la muerte de unas adolescentes que data de más de veinte años atrás. El protagonista se ve obligado a reunir los datos que quedan de aquella investigación. Conocemos así la historia de Rangel, otro policía honrado rodeado de corrupción y podredumbre que desapareció en extrañas circunstancias.
Novela policíaca con una trama bastante interesante, llena de intrigas y escrita con humor, que nos retrata el ambiente de corrupción y delincuencia que se vive en una pequeña ciudad del norte de México, y la resuelta y temeraria actitud con que un mediocre policía se enfrenta a ello para intentar llevar adelante su trabajo. La muerte de un periodista es apenas el extremo de un hilo que, al tirar de él, va desenredando una intrincada madeja de crímenes antiguos y mal resueltos.
Aunque comprendo que el escritor ha querido reproducir el lenguaje coloquial mexicano, me resultó un poco chocante el uso excesivo de ciertos vocablos (pinche, chingado) que se repiten hasta la saciedad, llegando a fastidiarme.
Así mismo, me pareció innecesaria la alusión que hace Solares a ciertos recuerdos anecdóticos del novelista B. Traven, que distraen la atención del lector hacia un asunto completamente ajeno a la historia, sin aportarle nada interesante a la misma.
Por lo demás, me agradó el peculiar estilo que adopta el autor para ir desarrollando el relato, su tono ligero y mordaz para describir aquella dura realidad y su habilidad para explicar acertadamente ciertos episodios, dando una visión exacta de lo sucedido, pero sin refocilarse en detalles macabros y de mal gusto.
Es una novela que se deja leer muy bien, pues el ritmo intenso de la acción no decae en ningún momento y mantiene vivo el interés del lector hasta el último párrafo. Me gustó.