Resumen y sinopsis de Saliendo de la estación de Atocha de Ben Lerner
Aun siendo Madrid un motivo literario trabajado a partir de infinidad de perspectivas en los últimos siglos, Ben Lerner se acerca a la ciudad de una manera inédita para el lector español, tal vez muy consciente de querer seducir al lector anglosajón a partir del imaginario romántico, turístico y literario de Madrid (aunque también apela a ciudades como Toledo o Granada, es decir que esos tres rasgos se aplican igualmente a la cultura española), y desde su comienzo más inmediato se centrará en el Barrio de las Letras.El narrador, después de todo, cae en una serie de «típicos tópicos españoles», pero también sabe jugar y reírse de ellos. Cínico, neurótico y mentiroso, el narrador de Lerner —atractivo y divertido a fin de cuentas— participa en un imaginario que, aun constatando el cambio generacional evidente, recuerda también a la literatura de Bolaño, en cuanto a la atracción por la poesía y sus poetas se refiere.
Una narración plagada de metáforas sobre la vida, la complejidad del lenguaje en personas que hablan otros idiomas, de vivencias pasajeras y reflexiones sobre el Arte. Y todo protagonizado por un estadounidense que viene a España con una beca que ni él sabe de qué trata y que vivirá ese escaso tiempo a mil por hora, entre las drogas, las pastillas y los amigos efímeros en un momento clave de la historia de Madrid.
Leo "Saliendo de la estación de Atocha" que el poeta Ben Lerner, hace protagonizar a un becado norteamericano que viene a España a desarrollar un proyecto -componer un poema de investigación acerca de la respuesta literaria a la guerra civil- y que va desvelando en fases. Así, el escritor, en primera persona y utilizando el tiempo en pasado, describe acertadamente a su personaje, plasmando sus cambios de humor ("me sorprendió lo mucho que me enfureció"), su falta de empatía con sus coetáneos -que hace que el protagonista me termine pareciendo odioso-, sus gestos ("me limité a insinuar una sonrisa"), sus pensamientos, sus impresiones equivocadas por el desconocimiento del idioma, y sus ensoñaciones, aunque estas dos últimas inducen a mucha confusión en el texto pues no sé si es error de traducción o voluntad del autor, el consignar "ese invierno la investigación derivó" en lugar de "la investigación fue derivando" o "la ciudad estaba vaciada" en lugar de "la ciudad estaba vacía". Las frases complejas que se alargan durante líneas y todas las elucubraciones del personaje que el autor recoge distanciándolo de sus experiencias dan a esta novela una sensación de pesadez que apenas desaparece levemente a raíz de la alusión a los sucesos del 11-M. Ni tomándome todos los porros y pastillas que traga el protagonista -que dicho sea de paso, no se entera de nada-, consigo ver en esta obra ( que sí parece inteligente y culta) uno de los libros más vendidos del año en EE. UU.
No me ha gustado, lo veo demasiado denso y con una trama poco clara.