Resumen y sinopsis de Intemperie de Jesús Carrasco
Un niño escapado de casa, escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres que le buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos. Intemperie narra la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia. Un mundo cerrado, sin nombres ni fechas, en el que la moral ha escapado por el mismo sumidero por el que se ha ido el agua.
A través de arquetipos como el niño, el cabrero o el alguacil, Jesús Carrasco construye un relato duro, salpicado de momentos de gran lirismo. Una novela tallada palabra a palabra, donde la presencia de una naturaleza inclemente hilvana toda la historia hasta confundirse con la trama y en la que la dignidad del ser humano brota entre las grietas secas de la tierra con una fuerza inusitada.
Es la primera novela que leo de este autor, no sabía cómo era su forma de narrar, ni sabía de qué iba la novela.
La verdad es que me ha sorprendido, para bien. Me encanta esta forma de narrar, con pocos diálogos; me dio la impresión de estar leyendo una gran obra literaria, me produjo un gran placer su lectura, a diferencia de otras novelas de hoy en día, que no hay por dónde cogerlas…
La historia es dura, con muy pocos personajes, y con una gran protagonista, que es la tierra por la que pasan, y lo que hay en ella.
Por ponerle una pega, a veces usa un vocabulario demasiado rico, con términos que no había oído nunca, pero que no afecta al conjunto de la historia.
Es una novela no muy larga que he leído en un día, que recomiendo totalmente.
Leo este menudo libro estos días veraniegos y mi ánimo se resquebraja.
Pocas veces he leído un libro tan deprimente, tan extremo, tan agobiante y extenuante... Sin embargo le pongo un seis y medio porque está bien escrito.
Vamos que de haber existido Sam Peckimpack, hubiera sido el director idóneo para filmarlo. Igual hubiera suprimido algunas páginas por violentas.
No quiero amargarle el estío a alguien con su recomendación.
Un libro duro. Duro por la historia, duro por la intrahistoria, duro por el clima, duro por la sequía, por la violencia...
Pero es una historia tierna, sin muchos diálogos, pero con una extraordinaria riqueza léxica. Se recomienda leer con el diccionario a mano.
En algunos momentos esta pequeña pero densa novela me recuerda a Orzowei. Un niño que ha de convertirse en hombre en lucha con la naturaleza y los hombres.
Prosa preciosista. Alma de western.
Un libro muy visual con un vocabulario fascinante.
Altamente recomendable.
Primer libro que leo de este autor y no será el último, me ha gustado su prosa, su vocabulario y la narración. De alguna manera evoca algunas lecturas de literatura actual norteamericana a la vez que la más genuina castellana. Una lectura que se disfruta más con la forma de escribir que con la historia misma, que es bastante dura.
Ha ganado una nueva lectora este autor, pero más he ganado yo al descubrirlo.
Tiene una narrativa sui generis, con un vocabulario muy amplio y novedoso.
Su lirismo es genial.
Magnifica irrupción en el panorama literario. Ganas tenía de encontrar un nuevo escritor que respondiese a tal nombre. Estilo pulcro y cuidado, limpio, conciso cuando lo precisa y barroco cuando se lo puede permitir. La historia es lo de menos. Un excelente trabajo, una gran obra de arte. Si os gusta Dolores Redondo no os molestéis en leerla. No es para vosotros.
Una novela muy dura, te mantiene alerta y ves la dureza de la tierra, de la vida en el campo. Los personajes muy bien descritos, desde las personas y animales hasta el paisaje y la sequía, sientes el hambre, el calor y el dolor que detalla.
Una historia dura y fría, minimalista y con muy pocos personajes, en un páramo desértico de ninguna parte. Desde luego Carrasco es un escritor con todas las letras, aunque lo que cuente sea desagradable. En muchas cosas remite a Delibes, es cierto, pero el escritor vallisoletano tenía una dulzura a veces de la que carece Carrasco.
No es un libro con el que haya conectado plenamente, tiene buenos momentos, un par de personajes buenos y una historia sencilla sin grandes pretensiones. La ambientación es creíble y muy importante en este relato. Buen libro para pasar el rato y poco más.