Perdiendo la cabeza
Charlaine Harris-
Editorial: Suma de letras
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Año publicación: 2013
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Temas: Policíaca y Espionaje
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Nota media: 6 / 10 (1 votos)
Reseña de Perdiendo la cabeza
Este libro todavía no ha sido reseñado
Aunque la intenten vender como algo novedosa, perdiendo la cabeza, no es más que otra entrega del mercado editorial más rentable de todos los tiempos: las novelas de misterio. Y, aunque el personaje principal pueda parecer algo peculiar, la trama no presenta ninguna característica medianamente original ni demasiado entretenida.
El primer libro que leo de la célebre autora, Charlaine Harris, ha pasado sin pena ni gloria por mi vida lectora. No obstante resulta una escritora competente, cuya forma de escribir es sobre toda pragmática. Su prosa es muy fluida y dinámica (algo lógico en una novela de estas características), con un lenguaje prosaico, unas descripciones simplonas y con poca gracia, y unos personajes para darles de comer aparte. De ellos es la protagonista, Aurora Roe Teagarden, la que más da el cante, aunque más por sus modelitos y sus diálogos de besugo, que por que realmente resulte ingeniosa o un portento de inteligencia.
Perdiendo la cabeza sigue el esquema clásico de una novela de misterio con cadáver incluido. Y es que nuestra Aurora es una detective frustrada que, después ser testigo de cómo el detective de policía Jack Burns se incrustaba en su jardín, tras haber sido lanzado por una avioneta, empieza a husmear para descubrir al asesino. Y no importa que sea bibliotecaria a media jornada, o que odiara al pobre muerto, nada la detendrá hasta descubrir cómo y por qué murió Burns. Por el camino nos encontraremos a la peculiar fauna local de Lawrenceton, Georgia, llena de ejemplares de lo más variopintos tanto humanos como animales, que dan color a la obra llenándola de tramas secundarias con mayor o menor interés.. El problema principal es que el número de individuos que se menciona es tan elevado que al final acaba resultando bastante confuso saber quién ha hecho o dicho que. El desenlace, así como la resolución del crimen se me hizo un poco burda, superficial y muy abrupta. Y no es que te quedes con preguntas, pero me da la sensación de que la autora escogió el camino más sencillo.
En suma, Perdiendo la cabeza, es una lectura veraniega típica: de corta duración, adictiva y terriblemente prescindible. Es el libro perfecto si quieres desconectar de todo o descansar de lecturas más densas.