Resumen y sinopsis de Esqueleto ladrón de Pablo Albo
Los esqueletos siempre tienen frío. Algunos se abrigan en los armarios, pero aún así tiemblan de frío, porque no les sirven de nada ni las mantas ni los abrigos. Siempre tienen los huesos helados y tiritan constantemente. ¿Recuerdas cómo suenan los dientes cuando castañetean?