Resumen y sinopsis de Una soledad demasiado ruidosa de Bohumil Hrabal
En Una soledad demasiado ruidosa se entrecruzan reflexiones sobre el sentido de la creación artística, la evocación de una soledad existencial totalmente asumida y la complacida exploración del universo literario. Con la maestría de Kafka o de Hasek, Hrabal hace aparecer con toda su fuerza la magia de una ciudad cuya atmósfera casi indefinible atenaza progresivamente el alma. Y del mismo modo que Hanta jamás olvida algunas de las frases que lee, nosotros conservaremos siempre en la memoria estos fragmentos de belleza arrancados al tiempo que constituyen Una soledad demasiado ruidosa.
Ha participado en esta ficha: yiyolon
Anonadada y sorprendida es como me he quedado después de leer Una soledad demasiado ruidosa, un libro que mezcla de forma poco hábil e intuitiva, una prensa de papel, un señor peculiar y un impresionante amor por los libros bastante mal entendido, todo sea dicho. Y, sin embargo, no eres capaz de dejar de leerlo, aunque en esto creo que su breve extensión juega a su favor. Es un libro tan corto que te da pena no saber cómo acaba.
El autor de esta novela, Bohumil Hrabal, era un absoluto desconocido para mí. Y como yo, supongo que a muchos lectores les pasará lo mismo. Puede que sea debido al tipo de historia, pero, a diferencia de lo que dice la crítica literaria internacional, Hrabal me parece un escritor normalito sin nada sobresaliente o destacable. Esto también se aplica a su estilo de escritura que, aunque resulta engañosamente simple, tiene una enorme profundidad y una ejecución impecable. Todo esto lo consigue gracias a una prosa rica aunque con una molesta tendencia a la inconcreción y un desarrollo maravilloso, un lenguaje sencillo en apariencia pero escogido con esmero y unas descripciones evocadoras que consiguen situarte muy bien y transmitirte exactamente aquello que el autor quiere. Pero una de las peores cosas de este libro lo tenemos en sus personajes. Aunque sería más apropiado en singular, ya que más allá del protagonista, el resto no aparecen nada más que en breves escenas sin demasiada importancia. El protagonista es... raro. En ocasiones pensaba que su construcción era pésima, pero al momento siguiente el autor nos daba un rasgo, un elemento o una característica que indicaba un gran trabajo detrás. La verdad es una de esas veces en las que no sé a qué atenerme con un personaje.
Con este libro, el título más que dar pistas lleva a confusión sobre el tema que trata. Pero es que, incluso tras su lectura, siguen quedándote dudas sobre cuál era el tema general del que el autor pretendía hablarnos. Siendo optimista, podríamos hablar de que Una soledad demasiado ruidosa es un tributo a la belleza de los libros y la importancia de la literatura en la transmisión de valores como el amor, la amistad, la bondad o la libertad. Pero si lo tomamos en sentido literal, solo nos queda una historia plana sobre un señor, posiblemente aquejado de alguna enfermedad mental, que tiene las prioridades totalmente cambiadas y un sentido estético algo retorcido. Pero para proporcionar contexto, realizaré una somera sinopsis sobre el libro. Tenemos a Hanta, un ciudadano de algún país de Europa del este inmerso en los años de la dictadura comunista. Hanta es un individuo atípico. Sin más familia que un tío mayor y casi tan excéntrico como él, pasa sus días en un sótano trabajando con una prensa de papel, donde tritura todos los libros y papeles que le llegan, para realizar con ellos fardos que van a las fábricas de papel para ser utilizados. Entre todos los materiales para ser prensados aparecen libros que Hanta esconde y lee. Así es más culto de lo que pretende mostrar y tiene unas ideas muy bien asentadas sobre la vida, la muerte y demás valores incompatibles con el régimen estatal donde vive. Pero un súbito cambio en su vida hará que los cimientos de su existencia se tambaleen, de tal manera, que las trágicas consecuencias sean inevitables. Y aquí paro para no desvelar ningún punto fundamental. Lo que si puedo aseguraros es que, pese a que lo intenta, el libro no resulta ni tan trascendental ni el autor deja claro lo que quiere contar. Así que cuando lo terminas te quedas perplejo. No solo porque el desenlace sea imprevisible, sino por lo desagradable y absurdo que resulta.
En suma, Una soledad demasiado ruidosa es un libro intrascendente disfrazado de lectura moral que no logra traspasar las murallas de cualquier lector avezado. Una pretendida fábula con moraleja tan mal hecha que casi consigue lo contrario de lo que se propone. No por nada en su título ya hay contrastes que no terminas de relacionar bien. Y es que lo único ruidoso que contiene este libro está en el eco de las preguntas que no puedes evitar hacerte en soledad mientras intentas entender de qué te están hablando.
Novela corta pero fructífera. Nos sitúa en la Praga del totalitarismo político.
Narrado en primera persona de forma directa y fluida, conciso y ágil, no hay diálogos ni separación de párrafos, es una exposición de pensamientos, sensaciones y vivencias cotidianas del protagonista que tiene una vida anodina pero que disfruta porque se considera afortunado ya que su trabajo le permite rescatar y salvar de la destrucción los libros que su gobierno manda destruir. Libros por los que siente verdadera pasión y son un tesoro para él. Libros que regala clandestinamente y eso también le hace muy feliz.
Descriptivo y muy visual tanto en cuanto a escenarios como al perfil psicológico del protagonista, su estabilidad y su declive emocional. Humor, amargura, realismo, filosofía pura y poética.
¡¡Maravilloso el relato de la gitanilla!!
A pesar de lo corto de la novela he llenado sus páginas de subrayados, no tiene desperdicio.
Infinidad de referencias a escritores y filósofos, sus obras y frases:
Fausto, Don Carlos, Hyperion, Así habló Zaratrusta, Goethe, Schiller, Hölderlin, Nietzsche, Sandburg, Hegel, Jaroslav Vrchlicky, Lao-Tse, Erasmo de Rotterdam, Kant, Shopenhauer, Herder, Sartre, Camus, Séneca, Tinianov, Karel Hynek Mácha...
También hay espacio para los pintores: Rembrandt y Hals, Monet y Manet Klimt y Cézanne (Ronda de noche, Saskia, El desayuno sobre la hierba, La casa del colgado, el Guernica..) Jackson Pollock, Gaugin, Brueghel, Van Gogh...
Es una novela llena de cultura, bella, brillante y maravillosa.
Para releer y redisfrutar.
Frases:
A lo largo de todo el libro repite "... a pesar de mí mismo...”
“soy culto a pesar de mí mismo”.
“... de esta manera, a pesar de mí mismo” .
“... las ideas que, a pesar de mí mismo, leo en los libros...”.
“Yo, cuando leo, de hecho no leo, sino que tomo una frase bella en el pico y la chupo como un caramelo, la sorbo como una copita de licor, la saboreo hasta que, como el alcohol, se disuelve en mí, la saboreo durante tanto tiempo que acaba no sólo penetrando mi cerebro y mi corazón, sino que circula por mis venas hasta las raíces mismas de los vasos sanguíneos”.
“Los libros me han enseñado, y de ellos he aprendido que el cielo no es humano en absoluto y que un hombre que piensa tampoco lo es, no porque no quiera sino porque va contra el sentido común”.
“todos los inquisidores del mundo queman los libros en vano, porque cuando un libro comunica algo válido, su ritmo silencioso persiste incluso mientras lo devoran las llamas, y es que un verdadero libro siempre indica algún camino nuevo que conduce más allá de sí mismo”.
Frase del Talmud: “... somos como aceitunas, cuando nos chafan sacamos nuestro mejor jugo”.
“ya que soy infelizmente feliz y culto a pesar de mí mismo...”.