Resumen y sinopsis de El sentido de un final de Julian Barnes
Tony Webster y su pandilla conocieron a Adrian en el instituto. Eran tres, como los mosqueteros, y luego cuatro, cuando se les unió Adrian. Hambrientos de sexo, de saber, de literatura, atravesaron juntos una desgarbada adolescencia con una permanente sequía de chicas, intercambiando poses, chistes y chismes, humor e ingenio.Y estos diarios, que el narrador está ansioso por conseguir y el lector ansioso por leer, son el oscuro, enigmático corazón de una novela espléndida, premiada con el prestigioso Man Booker, y en la que, como afirmaba Tony en sus discusiones de estudiante, «la Historia son las mentiras de los vencedores, pero también las mentiras con que se engañan a sí mismos los vencidos». Y la memoria no es más que una construcción cambiante, versiones que adaptamos a aquello en lo que nos vamos convirtiendo.
Me ha dejado mal cuerpo esta obra. Con anterioridad dejé a la mitad otra obra de este autor y esta la terminé por amor propio. No me ha gustado la manera de expresarse o de escribir del autor y de enfocar la novela A pesar de que tiene pasajes filosóficos interesantes, los cuales me encantan, algunos de ellos los tuve que leer varias veces para poder llegar a comprenderlos de verdad. Pienso que para ser una obra de temática seria y profunda hay capítulos bastante inverosímiles. De las novelas que en menos de una semana no te acuerdas de ellas.
Primera obra que leo del autor, la cual me deja deseos de leer más de él. Muy recomendable. Una historia donde, siento, lo más relevante no son los sucesos en sí, la historia, sino la reflexión del narrador respecto a ésta. Simple pero profundo. Un final muy bueno aunque puede resultar muy desconcertante.
La manera de narrar la historia me ha parecido magnífica, aunque en algunas partes me resultaba un poco filosófica. El final, para mi gusto, algo desconcertante
Solamente por esta frase ya vale la pena leer esta obra maestra:
"La historia es la certeza obtenida en el punto en que las imperfecciones de la memoria topan con las deficiencias de documentación."
Una novela más bien cargante, llena de filosofía barata, salvada por un final sorprendente bien defendido.
Impecable la forma que tiene el autor, en muy pocas páginas, de demostrarnos que aún nuestros propios recuerdos se desvirtúan a lo largo del tiempo, pues son moldeados por experiencias tanto contemporáneas como posteriores de forma inevitable. Invita a la reflexión en muchos otros aspectos.
Intenso, lúcido, auténtico. Pero sobre todo, te transmite algo que va más allá de las palabras.
Un libro maduro, escrito desde la experiencia de un camino lleno de sombras y luces... como cualquier vida. No expone ni más ni menos que un resumen de una vida, una mirada hacia atrás haciendo balance de los momentos memorables (para bien o para mal).
A ratos es desasosegante porque da profundamente que pensar y Barnes no siempre es amable en sus reflexiones; y ahí su grandeza.
Nos advierte el personaje desde su experiencia que la vida es agridulce y está llena de errores difícilmente subsanables.
Un libro que te encoge por momentos, sus reflexiones sin concesiones, sus personajes "normales"; pero también un libro con vida y con muchísimo contenido. Excelente e imprescindible para comprender un poco mejor el camino de cada uno.
Leo "El sentido de un final", una novela por la que Julian Barnes ha ganado el premio Man Booker y que le permite -a través de la voz de un protagonista ya jubilado- investigar acerca de la memoria del pasado, reflejando la adolescencia de 4 jóvenes confundidos e inseguros. El escritor inglés, con un lenguaje impecable, elabora un profundo libro de atrayente lectura (a veces resulta mordaz) que le permite reflexionar acerca de la amistad y de la vida, buscando -desorientado- el sentido del final por el que opta su amigo de infancia. Se me ha hecho corto este buen libro acerca del destino y de las decepciones de la madurez. Interesante.
Esta excelente novela es un espléndido combate entre una persona que se aferra a la forma primitiva de sus recuerdos y otra a quien ni siquiera se le concedió la oportunidad de mentirse. Tony es ese otro yo –o nosotros– que ha conseguido aparcar todo atisbo de culpa en el pasado y que ahora debe enfrentarse a lo que pueda depararle esa caja de Pandora en forma de diario. Y Verónica es ese eco que suena en nuestra cabezas para decirnos: “No comprendes nada. Nunca entendiste y nunca entenderás”.
El sentido de un final es una novela extraordinariamente bien pensada, sólidamente construida, y en la que las palabras están colocadas en su punto justo de manera que, poco a poco, a voluntad de Barnes, nos vayamos introduciendo en la piel de Tony para descubrir al mismo tiempo que él la verdadera naturaleza de sus recuerdos y asistir a esa inevitable autoconfesión que acaba siendo tanto suya como nuestra.