Resumen y sinopsis de Toda la vida de Romana Petri
Han pasado dos años desde el fin de la guerra. Alcina, una mujer solitaria y fiel al recuerdo de sus muertos, espera en Case Venie una carta de Spaltero que renueve la promesa que le hizo antes de marcharse y que selló con un beso que no ha podido olvidar. La carta llega, finalmente, y Alcina, que siente que la guerra le ha quitado no sólo a su familia sino la juventud entera, encuentra en ella fuerzas para dejarlo todo atrás y comenzar una nueva vida en Argentina.
Y hará bien: su nueva vida tiene el sabor de la felicidad, de la simplicidad. Un nuevo país, un hombre que la ama desde que era niño, una hija en común. Por desgracia, el tiempo de los sentimientos se ve bruscamente invadido por el tiempo de la Historia, de la violencia y la tortura de la guerra sucia de la dictadura argentina, y, como si un destino funesto la acechara, Alcina verá peligrar de nuevo, muchos años después de su primera lucha, la seguridad de todo aquello que ama.
La promesa del amor y de una nueva vida, llevará a un ex combatiente partisana a emigrar a la Argentina.
Allí, sus sueños más insospechados y anhelados se harán realidad; aunque siempre en su fuero interno latirá el peso de la soledad, el recuerdo a los muertos y la crueldad en el frente.
Cada paso a la alegría supondrá un amalgamiento de dolor que se arrastrará comúnmente hacia el pasado.
Una especie de intuición somnoliente que será como un sincopado desdoblamiento de su delicado ser.
La novela se detiene con agónica dureza en el ignominioso Régimen militar del General Videla.
Una siniestra página de nuestros días que destrozó la vida de miles de argentinos y argentinas.
La tortura, el horror y la violencia; camufladas en propaganda, cabezas gachas y autoengaños.
La persecución implacable de la tiranía contra los que clamaban justicia, libertad, e intentaban denunciar lo que estaba pasando.
La promesa del amor y de una nueva vida, llevará a un ex combatiente partisana a emigrar a la Argentina.
Allí, sus sueños más insospechados y anhelados se harán realidad; aunque siempre en su fuero interno latirá el peso de la soledad, el recuerdo a los muertos y la crueldad en el frente.
Cada paso a la alegría supondrá un amalgamiento de dolor que se arrastrará comúnmente hacia el pasado.
Una especie de intuición somnoliente que será como un sincopado desdoblamiento de su delicado ser.
La novela se detiene con agónica dureza en el ignominioso Régimen militar del General Videla.
Una siniestra página de nuestros días que destrozó la vida de miles de argentinos y argentinas.
La tortura, el horror y la violencia; camufladas en propaganda, cabezas gachas y autoengaños.
La persecución implacable de la tiranía contra los que clamaban justicia, libertad, e intentaban denunciar lo que estaba pasando.