Resumen y sinopsis de La bella bestia de Alberto Vázquez-Figueroa
Durante una conferencia sobre el futuro del libro digital, Mauro Balaguer, editor de larga trayectoria profesional, se ve abordado por una elegante y bella anciana que le hace entrega de una tarjeta en cuyo reverso aparece escrito en rojo «La bella bestia», al mismo tiempo que, mostrándole un tatuaje, le comenta: «Fui su esclava y esta es la prueba. Si quiere más detalles, llámeme».Hermosísima, sádica, violenta y organizadora de miles de ejecuciones de mujeres y niños, Irma tuvo el dudoso honor de ser juzgada, condenada y ejecutada por «crímenes contrala Humanidad» cuando acababa de cumplir veintidós años.
La anciana le contará a Balaguer cómo la conoció y cómo la obligó a convertirse en su confidente, sirvienta, cocinera y esclava sexual.
Una novela dura pero humana en la que Alberto Vázquez-Figueroa retrata a uno de los personajes más sanguinarios y malvados dela Historia.
El titulo hace alusión a la mal celebre carcelera nazi Irma Grese, uno espera encontrar algunos datos reveladores o relevantes sobre esta mujer, pero el libro se enfoca en un 70% en contarnos la vida de la relatora acerca de sus recuerdos en los campos de concentración (los cuales no son tan malos) ligados a Irma Grese y muy poco de la celadora... Es un libro precindible.
La verdad esperaba un poco mas de lo que es sin duda una situación, como la de los campos de exterminio nazis que creo que da para mucho.
No me ha gustado. El tema es interesante, pero la narración es sosa y aburrida. Cuesta acabar el libro.
Siento discrepar un poco de los compañeros comentaristas pero, el libro entretiene bastante, engancha mucho y emociona un poquito desde la primera página y ofrece la historia de "la bella bestia" a través de un encuentro medianamente torpe con una testigo de primera fila de parte de "este angelito protagonista". Me esperaba una historia más documentada en la historia de la protagonista real, pero se compensa con un relato absorbente e interesante.
INTRAGABLE. Lo siento, se que Alberto Vazquez Figueroa es un gran escritor, pero en este tema, no. Puede que para alguien que no lea mucho sobre el tema de la II Guerra Mundial, pueda parecer ameno, pero para los que hemos leído mucho acerca de ello... no.
La historia empieza bien, engancha. Pero antes de la mitad del libro, es simplemente imposible seguir. Se atranca y no apetece siquiera acabarlo.
Con la forma de iniciarse la narración uno espera una trama más profunda e intrigante, pero en realidad un tema como los campos de exterminio nazis es tratado de forma muy indolente. En cuanto a la protagonista que narra la historia, si el autor quería mostrar a una anciana, culta y vivida, en muchos momentos con las expresiones utilizadas consigue todo lo contrario.
No está mal como suceso histórico. Te cuenta algo que tiene su base en hechos reales, te lo narra y te lo entrega a modo de novela. La verdad es que no me ha aburrido, aunque redunde como siempre en esas frases hechas a las que tan a menudo recurre Vázquez Figueroa: " se me antoja que, como si .de un... se tratase, no pudo menos que..." Es su forma de escribir la que le ha dado tan buenos resultados. Coge una idea, la desarrolla, mete sexo, sentimientos, mujeres poderosas a la vez que hermosísimas, o en otras ocasiones, malvadas y horrendas, una poco de aventura, y te da una novela fácil de leer y de digerir. Unas veces está más acertado que otras. Echo de menos sus primeros libros donde prevalecía la aventura en territorios vírgenes o tan lejanos que tenías que echar mano de toda tu imaginación. No es el caso de La bella bestia, pero al menos, no es tan mediocre como El mar en llamas, así que con 5'5 esta bien puntuado.
Vazquez Figueroa es un autor que siempre me ha entretenido con sus novelas, pero sus últimos libros no llegan ni a la calidad literaria de un panfleto publicitario. Es una auténtica pena, la verdad.
En el caso del presente libro, el autor presenta una estructura narrativa a modo de entrevista en profundidad ridícula, aburrida, molesta de leer e innecesaria. Los últimos capítulos, en los que la narradora no se ve interrumpida por preguntas retóricas a cuál más estúpida, son lo único aceptable de la novela.
Además, se produce el añadido de la temática tratada. Para narrar lo que se nos presenta, mejor dedicarse a hacer listas de la compra. Aunque mezclara ficción con realidad, el autor seguro que era capaz en sus buenos tiempos de urdir una novela profundamente entretenida e incluso emotiva (aún recuerdo el final de Fuerteventura, por ejemplo).
Nada recomendable.