Resumen y sinopsis de El Necronomicón de H. P. Lovecraft y Varios Autores
Aunque los escépticos afirman que el Necronomicón es un tomo fantástico creado por H.P. Lovecraft, los auténticos investigadores de los misterios esotéricos del mundo saben la verdad: El Necronomicón es un volumen blasfemo de conocimiento prohibido escrito por el árabe loco, Abdul Alhazred. Incluso hoy, a pesar de las tentativas por destruir todas las copias en cualquier idioma a lo largo de los siglos, aún existen algunos ejemplares, escondidos. Dentro de este libro encontrarás historias acerca del Necronomicón, diferentes versiones del Necronomicón, y dos ensayos acerca del libro blasfemo. Ahora tú también puedes aprender el verdadero saber de Abdul Alhazred.
Por favor seamos claros, EL NECRONOMICÓN NO EXISTE, siendo únicamente una invención de Lovecraft para dar coherencia interna a sus historias.
Lovecraft abunda en datos para hacer verosímil la existencia del libro. Por ejemplo, cita como uno de sus compiladores a Ibn Khallikan, erudito iraní o árabe que existió realmente. o que en el año 1228 Olaus Wormius (el verdadero Wormius vivió en el siglo XVII) tradujo el libro al latín, en la que es la versión más famosa, pues (siempre según la ficción lovecraftiana) aún quedan algunos ejemplares de ella, mientras que los originales árabe y griego se creen perdidos. Lovecraft logró hacer un excelente engaño al aportar datos respecto al Necronomicón. Por ejemplo, señalaba que quedaban muy pocos ejemplares de tal libro "prohibido" y "peligroso". En el cuento El horror de Dunwich se ubican ejemplares en la Universidad de Buenos Aires, en la Biblioteca de Widener de Harvard, la Biblioteca Nacional de París, en el Museo Británico y en la inexistente Universidad de Miskatonic en la ciudad imaginaria de Arkham (que aparece repetidamente en los cuentos de Lovecraft). Según August Derleth, esta supuesta precisión ha hecho que numerosas personas creyeran en la real existencia del libro, y solicitaran ejemplares o el acceso a las bibliotecas donde se lo guardaba.
En una carta de 1937 dirigida a Harry O. Fischer, Lovecraft revela que el título del libro se le ocurrió durante un sueño. Una vez despierto, hizo su propia interpretación de la etimología. A su juicio, significaba «Imagen de la Ley de los Muertos», pues en el último elemento (-icon) quiso ver la palabra griega εἰκών (latín icon). Sin embargo, algunos estudiosos de la lengua griega defienden que la terminación -icon de la palabra no viene de εἰκών sino que es un sufijo griego que se traduciría como "lo relativo a...", de manera que la traducción completa de la palabra quedaría como "lo relativo a la ley de los muertos". No hay un mutuo acuerdo para determinar cuál de las dos traducciones es la más acertada, pero lo cierto es que ambas son posibles.
De hecho, el famoso árabe loco Abdul Alhazred no es más que un apodo que él mismo se puso en la infancia, inspirado en la reciente lectura de Las mil y una noches (Alhazred = all has read, el que lo ha leído todo).
Actualmente existen multitud de libros a los que se les ha dado el título de "Necronomicón". Aunque muchos son solo antologías de relatos de temática lovecraftiana, hay algunos "Necronomicones" realmente interesantes. Podemos encontrar entre ellos el célebre Giger's Necronomicon (un libro de ilustraciones de ambientación futurista y sobrenatural) y el llamado Necronomicón de Simon. Este último es un extraño volumen en el que se muestra una visión muy particular del universo de Lovecraft en la que se vincula a los grandes Primigenios con los dioses sumerios y babilónicos. Incluye, además, lo que parece la autobiografía del propio Alhazred.
Lo que los estudiosos más han criticado del Necronomicón de Simon es la ausencia de algunas citas que, según Lovecraft, figuraban en el Necronomicón.
Este libro de relatos es muy desparejo, en algunos de los relatos se ve cierta calidad pero en otros no hay nada que llame la atención. Quitando a uno de ellos, todos los demás son bastantes mediocres, por lo que mi puntuación es un "5".
Esperaba algo mas de este libro, lo encontrado espeso y muy repetitivo en los relatos.