Resumen y sinopsis de Ajenos a este mundo de Kevin Canty
El debut literario de Kevin Canty causó verdadera sensación en Estados Unidos. Tras la publicación de estos relatos, incluidos en la lista de los libros recomendados por el New York Times durante varias semanas y elegido como uno de los mejores libros del año por el Publisher’s Weekly, Canty ocupa ya un lugar destacado en el selecto grupo de discípulos del gran Raymond Carver.
A la manera de una road-movie, entre luces de neón y carreteras solitarias, las hisotiras de Canty se suceden en imágenes cinematográficas de una textura casi romántica, hasta que de golpe el protagonista cae en la cuenta de que en un mundo aparentemente tan estable y controlado se abren profundos precipicios: Un joven se satisface con una chica retrasada; una pareja sufre la dolbe desgracia de tener un accidente de tráfico con un psicópata; un vigilante de piscina se distrae amodorrado por la marihuana; una mujer echa el ojo al hermano de su novio.
El arte de Canty consiste en retratar las luces y sombras de las vidas de unos seres atrapados en la encrucijada de lo que saben que deberían hacer y aquello que no pueden evitar; hombres y mujeres que tienen en común una sensación de aislamiento y una inevitable tendencia a meterse en líos. Y aunque la habilidad de Canty para situarnos, con una sola frase, en el universo en crisis de un individuo es por sí misma notable, lo que verdaderamente lo distingue no es tanto la potencia de su prosa como la neutralidad de su mirada, capaz de anular la distancia moral entre sus personajes y el lector, como si contempláramos una serie de desastres naturales, impotentes y fascinados cun su fuerza destructiva y su belleza.
Ninguno de los relatos cortos que componen el libro me ha gustado. Son aburridos y absurdos, sin empaque, alejados de nuestra realidad. Empiezan bien, parece que vas a encontrar algo bueno, y luego se desinfla, dando un giro innecesario que no acabo de comprender y la historia va perdiendo fuelle y entrando en una forma de escribir inútil y estúpida. Lo siento. No me ha gustado nada, nada.