Resumen y sinopsis de Quantic Love de Sonia Fernández-Vidal
En el CERN, el centro de investigación más avanzado del mundo, entre experimentos de viajes en el tiempo y de teletransportación, entre partículas que superan la velocidad de la luz y otras que revelan el origen del Universo, la joven Laila se enfrenta al mayor misterio que existe: cómo decidir entre dos amores. Por un lado, Alessio, un atractivo periodista; y, por otro, Brian, un cerebral científico que oculta un gran secreto, los dos hombres que han conquistado su corazón en Quantic Love.
Excesivamente simplista incluso para tratarse de una novela juvenil, Quantic Love es una de esas historias que simplemente no funcionan y ya está. Y mira que me encanta la ubicación del libro y el fondo científico, pero es que la autora ha conseguido que todo eso no valga nada ni aporte ningún valor. Es decir, y para explicarme mejor, la trama de la novela se ubica en el CERN, pero hubiera valido cualquier instituto del mundo. Todos los personajes, salvo Laila, tienen más de 20 años. Son adultos pero se comportan como críos de quince. Y eso que se supone que son la flor y nata del mundo científico en general y de la física en particular. De pena.
La responsable de este bodrio es Sonia Fernández Vidal, Doctora en física y profesora de la UAB. Estoy segura de que como investigadora no tiene precio pero como escritora deja muchísimo que desear. Vidal resulta una escritora mediocre con un estilo excesivamente sencillo, ejecutado de manera nefasta gracias a una prosa lenta, tediosa y desarrollada a medias, un lenguaje con múltiples tecnicismos de ciencia explicados de manera, como mínimo, cuestionable y unas descripciones que mejor hacer elegantemente a un lado, ya que si las analizo en detalle tendré muchas ganas de llorar. Y es que no he visto nada más básico en mi vida. Ni siquiera cuando estudiaba en el colegio. Pero vamos a pasar a despellejar un poco a los personajes. Curiosamente la única que resulta lógicamente infantil y tolerable es la protagonista. Acaba de dejar la adolescencia y sin embargo es más madura que la media de sus compañeros. Brian y Alesso, los rivales por el amor de Laila, resultan cada uno penosos. El primero por defecto y el segundo por exceso no te acaban de gustar. El resto de los personajes siguen la horrenda línea marcada por los protagonistas. Esto se debe, en parte, a que la construcción de los mismos es demasiado superficial y está muy poco trabajada. Al final, te da igual cual de los personajes aparezca, porque todos ellos se acaban pareciendo sospechosamente.
Por el título es bastante sencillo deducir que nos vamos a encontrar en este libro. O eso pensaba yo. Pero no me adelantaré a los acontecimientos y procederé a intentar explicar de qué va esto. Laila va a cumplir dieciocho años. El próximo año irá a la universidad. Pero en un alarde de valentía y “carácter español” decide mentir en su CV y por eso consigue entrar a trabajar en la cafetería del CERN sin tener ni repajolera idea sobre hostelería. A nuestra joven protagonista le encantan las ciencias por lo que estar en un sitio así le parece maravilloso. Pero los problemas surgen muy pronto. En un lugar con tantísima gente inteligente, Laila pronto se siente un poco tonta. Y esa sensación va en aumento, cuando comienza a sentir algo especial por Brian, un brillante físico tan sabiondo como misterioso. Así que nuestra prota conocerá el rencor, los celos y experimentará la fuerza más atractiva de todas, el amor. Y hasta aquí puedo contar. Lo que está claro es que toda la trama es predecible y estúpida, con varias anécdotas científicas, metidas con calzador, y algunas explicaciones de conceptos básicos de física que más que ayudar, entorpecen la lectura. Por lo que, al final solo te queda la obvia trama romántica facilona, abrupta y con un “happy ending” que te pone malo.
Definitivamente, Quantic Love es una obra previsible y tan carente de interés que ni siquiera sus numerosas alusiones a la ciencia pueden salvarla. Y es que es una novela que no profundiza en nada, ni siquiera en el aspecto emocional. Al fin y al cabo no deja de ser la típica estúpida comedia romántica manida que a dura penas consigue mantener tu atención. Así que recomiendo que la abandonéis a su suerte y busquéis lecturas más provechosas.
Nada más leerlo me encantó. Es tan romántico. Pero luego, tras pensarlo un poco, me he dado cuenta de que la historia no es lo que se dice muy buena. Y, casualmente, tiene tropocientos parecidos con Big Bang. Vamos, una buena novela romántica, y de física muy muy elemental, pero nada más.
La típica historia adolescente, con amor, amistad y dudas. Es una historia juvenil y fresca. La autora tiene la habilidad de mostrarnos ciertas anécdotas sobre la física cuántica sin llegar a aburrirnos. Me ha gustado bastante, me parece una lectura muy amena.