Resumen y sinopsis de Los Maias de José Maria Eça de Queiroz
La gran novela de Eça de Queirós, cumbre de la literatura portuguesa.
Edición y traducción de Antonio Jiménez Morato
Publicada en 1888, Los Maia es una saga familiar que refleja el ambiente y las costumbres de la burguesía lisboeta y la sociedad cambiante que la rodea. Retrato de tres generaciones que vienen a clausurar una gloriosa historia nobiliaria, la novela se centra en la pasión romántica del último de la familia, el joven médico Carlos da Maia, por la enigmática Maria Eduarda, pareja de un comerciante brasileño que se cruza azarosamente en su vida. La narración se adentra en la compleja psicología de personajes inolvidables, al tiempo que evoca con maestría la ciudad donde transcurre y examina la relación de la cultura portuguesa con la modernidad a la que aspira. No faltan las que fueron obsesiones del autor, como la fatalidad del incesto, la encarnación del deseo en la mujer y la debilidad masculina para resistirse a sus impulsos, aunque también figuran la nobleza de los mayores y el refugio de la amistad. Fresco de un fin de siglo conflictivo, el libro es sin duda la obra maestra de Eça de Queirós, y desde su publicación ha ido aumentando su prestigio en la literatura de Portugal, donde se lo considera su Quijote.
Ha participado en esta ficha: CFuentes
Si tuviera que asociar una palabra a la impresión que me ha transmitido este libro sería la de “modernidad”. Modernidad en cuanto al estilo y la forma de la prosa, directa y sin florituras decimonónicas, y modernidad en cuanto a la sociedad que describe: desacomplejada, libre de todo oscurantismo religioso, abierta a corrientes culturales de otros países que se reconocen como más desarrollados, y relativamente democrática e igualitaria. Cierto es que se centra en un estrato social privilegiado cultural y económicamente hablando, pero aun así se percibe una desenvoltura y falta de prejuicios que no se detecta en las descripciones de la sociedad española de la época. De hecho, las menciones a España se limitan a las corridas de toros o a las prostitutas que cruzaban la frontera y que, vaya usted a saber por qué, tenían cierto caché entre las de su oficio. En fin.
Por otra parte, en cuanto a la historia que cuenta, lo primero es advertir que no se trata de ninguna “saga familiar”, sino de las peripecias de Carlos Maia, rico heredero que hace y deshace y vive a cuerpo de rey en la Lisboa de la época. Estas “peripecias” no son más que las aventurillas mundanas y los enredos románticos propios de todo caballero lisboeta del último tercio del siglo XIX, el cual, lejos de todo conflicto moral o ético, cultivaba amoríos entre las damas casadas o bien recurría sin pudor alguno al sexo de pago, normalmente con españolas que eran consideradas eufemísticamente como sus “acompañantes” o “amigas” ocasionales. En el caso concreto de nuestro protagonista, que se nos describe como un vividor al que no obstante adorna una cierta y curiosa rectitud moral hacia amigos y parientes, estas aventurillas devienen en un enamoramiento que (pese a tener, ¡ojo!, tintes de culebrón venezolano) cambia el tono de vodevil de la novela por otro más profundo e intimista en sintonía con la plenitud vital que atisba por momentos un atribulado Carlos Maia.
En definitiva, me ha parecido una novela moderna sobre la buena vida de la alta sociedad lisboeta que deja entrever una cierta hipocresía moral al tiempo que describe los parabienes y gozos del amor y de la amistad.