Resumen y sinopsis de La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo de Axel Capriles M.
En cuántas ocasiones los venezolanos hemos dicho “es que somos así”, o “ya estamos acostumbrados, qué más da” y un largo etcétera de frases que se supone que vienen a justificar nuestra dejadez, tal vez ineptitud, o mejor aún, la famosa “viveza criolla” de la cual muchos se sienten orgullosos. En La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo hallamos algunas respuestas al “¿por qué somos así?”. Axel Capriles de una manera clara y entendible para todos los que no somos psicólogos, hurga como debe ser, desde los inicios de la conquista española y pasando por las cruentas guerras independentistas, para darnos una respuesta convincente a dicha pregunta.
Ha participado en esta ficha: Fabrizzio Lerma
Radiografía de un fenómeno socio-histórico que reproduce comportamientos reñidos con la legalidad, las normas y la moral, paradójicamente aceptados y celebrados como modelos de adaptación y supervivencia. Se analiza la figura del pícaro que, siendo sinónimo de truhan, engañador, tramposo, ha perdurado a lo largo de la historia como símbolo de una lucha contra el orden establecido, desde pequeñas situaciones cotidianas, hasta grandes empresas como el manejo del poder político y económico.
Para entender el fenómeno de la picaresca en Venezuela, conocida como "viveza criolla", el autor hace un interesante repaso, remontándose al siglo XVI en España, en el que irrumpe el género literario que producirá obras como el Lazarillo de Tormes, La pícara Justina, Guzmán de Alfarache o El Buscón Don Pablos, arquetipos de antihéroes opuestos a las figuras ideales del caballero tradicional. Los referentes picarescos, ya reflejados como modelos sociales "reaccionarios" contra el orden imperante, comenzarán en su momento a tener una amplia difusión, llegando con el tiempo a América, donde se amoldarán a otras circunstancias, propicias a su estilo de vida particular.
La simbología picaresca en Venezuela, forjada en el tiempo, se refleja en la figura de Tío Conejo, personaje taimado, astuto, traicionero, capaz de urdir planes para obtener beneficios personales a costa de trampas y engaños que hacen daño a otros sin importar las consecuencias, logrando siempre "salirse con la suya", para complacencia del imaginario y la psique colectiva venezolana. Junto a él aparece también Pedro Rimales, versión criolla del Pedro de Urdemalas cervantino: pillo, gitano, burlón, cínico.
El análisis del libro repasa igualmente el molde psicológico social del venezolano en relación con su entorno, el nivel de vida, sus metas y aspiraciones personales, y los referentes culturales que influyen en su carácter y en la búsqueda de una identidad común. Mucho tiene que ver en ello la presencia y proyección tanto del héroe clásico (ejemplo Simón Bolívar) como del pícaro, bajo diversas manifestaciones a lo largo del tiempo.
Un libro muy interesante en el cual se retrata, con precisión, la psicología no que rige un conjunto de personas o una sociedad, sino a un continente entero; esa picardía, ingenio, astucia, viveza que predominan en América latina.
Especialmente interesante es la diferencia entre el pícaro de América con el pícaro de Europa: uno, un sujeto amigable, astuto y escurridizo; otro, bribón, taimado, estafador.
Algo que va más allá, es la comparación y conflicto entre el héroe y el pícaro como arquetipos y estereotipos.