Resumen y sinopsis de La gente de la selva de Colin Turnbull
Este libro relata la vida de los pigmeos bambuti, los habitantes de la selva de Ituri, en el entonces Congo Belga (hoy República Democrática del Congo), uno de los últimos pueblos cazadores-recolectores del mundo. Narra la vida en la selva de un pueblo formado por hombres y mujeres, cada uno con su carácter particular, y no una cultura abstracta integrada por individuos difusos. Todos los detalles que interesan al antropólogo están presentes, pero la humanidad y compasión con que se presentan convierten a La gente de la selva en una narración conmovedora.Ha participado en esta ficha: Milrazones
Primero tomé el libro como un interesado toma un libro de historia, de antropología o de cualquier otra ciencia social; para informarme y aprender algo. Pero en pocas páginas la simpatía con los "personajes estudiados" - que tienen nombre y vida cotidiana- se impuso sobre cualquier otro interés y continué leyendo emotivamente, no tanto para saber como por auténtico interés en las vidas personales que cuenta el autor. Siempre con atención de no relajar tanto el ánimo como para que la simpatía y complicidad con los personajes pudiera tapar la presencia cotidiana de las atrocidades propias de la época histórica real a la que corresponde el relato (el neolítico) y del patriarcalismo que lo domina, pero también siempre disfrutando de la frescura y plenitud que rezuma el relato del autor. Aunque la calificación no esté muy de moda y no parezca muy intelectual ni sesuda, este es, para mí, un libro esencialmente bonito. Si además tiene valor científico (cosa que no puedo juzgar) pues bien, pero la satisfacción de leerlo vapor delante.
Normalmente no leo antropología, pero me rendí a la recomendación de mi librera favorita, que insistía en que este libro se leía como si fuera una novela, y me alegro de haberlo hecho. «La gente de la selva» son los pigmeos, y resulta que se parecen mucho a la gente de mi pueblo. Bueno, los pigmeos son más alegres y se expresan con más naturalidad, se ríen con todo el cuerpo... y colaboran mucho entre sí, bastante más que en mi pueblo y que en cualquier pueblo de los nuestros, creo.
Aunque las costumbres son distintas, claro. Es muy divertido ver cómo en rituales serios, como la iniciación de los chicos, los pigmeos hacen trampas para engañar a los aldeanos y proteger a los niños. Pero luego el autor cuenta una historia fascinante de un baile dirigido por una mujer muy vieja que se enfrenta a la belleza del pueblo. La belleza de esta segunda mujer desaparece en un momento, como si fuera el precio de ganar una sabiduría inexplicada. Es un libro muy cálido, hay mucha humanidad en él.