Resumen y sinopsis de El hombre sin nombre de Suso de Toro
Es de noche en Santiago de Compostela y Nano, un hombre algo apocado, más sombra que cuerpo, cavila despierto en la cama de un hospital. A su lado descansa un viejo que ya es puro pellejo. De repente, algo rompe el silencio de las primeras horas de la madrugada: es la voz del anciano que reclama atención, pues es mucho lo que tiene que contar.
Así, entre el sueño y la vigilia, el delirio y la blasfemia, va desgranándose la larga historia de ese hombre sin nombre que en sus casi cien años de vida disfrutó del mal matando y violando, penetrando la carne doliente de los vivos para buscar la razón de su ser. Fue hijo y hermano en una aldea gallega, fue soldado en Madrid, en Berlín y en Leningrado; leyó a Jünger y conoció a Valle-Inclán, a Cela y a Torrente Ballester; fue médico luego durante un tiempo, e incluso llegó a ser padre, pero las palabras que ahora escupe son las de un criminal que se jacta de sus pecados porque son suyos, y no busca el consuelo del perdón.
El viejo habla, sueña, recuerda. Nano escucha, intuyendo que algo suyo va a morir cuando finalmente ese monstruo descanse, y nosotros sentimos cómo Suso de Toro va dibujando el rostro de un fantasma siniestro que ha recorrido Europa a lo largo del siglo XX. Su nombre, nadie lo sabe ni lo necesita: basta con leer para saber que ahí está la historia de todos.
Excelente, en todo. Original en su estructura, la historia conmovedora y brutal. Una dura realidad vivida no hace tantos años.