Resumen y sinopsis de La ira de los ángeles de Alden Bell
Nacida una década después de la aparición de los zombis, Temple ha pasado sus quince años de vida entre esas criaturas; sabe cómo evitarlas y defenderse de sus mordiscos. Pero, por encima de todo, sabe que algunos hombres pueden resultar mucho más temibles que cualquier horda de muertos vivientes. Tras pasar unas semanas escondida en un islote, la muchacha es adoptada por una de las comunidades humanas que siguen subsistiendo a lo largo de Estados Unidos. Pero una noche, mientras se resiste a ser violada, asesina a uno de sus miembros y se ve obligada a huir con Moses, el vengativo hermano del difunto, siguiendo sus pasos. Con esta hermosa y perturbadora novela, Alden Bell nos sumerge en un mundo de pesadilla, pero también de belleza. A través de su inolvidable heroína seremos testigos de los pequeños milagros del apocalipsis y descubriremos que no hay peor infierno que el que uno mismo lleva a cuestas.
¿Me gustó? Sí, me gustó, pero no por lo que uno podría esperar en un libro de zombis. El apocalipsis zombi descrito en esta novela es sólo una excusa para lo que realmente quiere contar.
En primer lugar el estilo narrativo es fascinante, esa forma de incorporar los diálogos dentro de las mismas descripciones me encantó y nos permite descubrir a uno de los mejores personajes con los que me he encontrado: Temple. Ella es una adolescente de quince años que no alcanzó a conocer el mundo antes de su destrucción. Viaja sola, cargando con una serie de pérdidas que la han convertido en una mujer hecha y derecha antes de tiempo, con una escala de valores tan alta, que casi resulta incomprensible considerando el entorno en el que ha crecido.
Temple no busca asentarse con grupos de sobrevivientes, a pesar de que encuentra varios en su camino. Su búsqueda es mucho más profunda y se enfoca constantemente en comportarse acorde a códigos morales que tampoco comprende, asombrándose en la belleza de las pequeñas cosas que un mundo devastado aún puede ofrecer. Probablemente, Moses Todd, quien la persigue debido a que ella mató a su hermano por accidente, sea el único que la entienda. Por lo mismo, me llegó a exasperar su tozudez al no querer cambiar el objetivo que los une.
Odié el final, no porque sea malo, sino por ese sentido de inevitabilidad que últimamente acompaña a todas las novelas de este género que he leído, y que no me deja ponerle una nota más alta, como sin duda se merece este libro.
Me ha parecido un poco (bastante) simple. Creo que está más bien enfocada hacia el público juvenil. No me ha aburrido, pero no me he llegado a meter en la historia. Además del ambiente desolado que nos describe el autor, ha añadido esos seres mutantes que están metidos con calzador, muy forzados. Me parece que si alguien no vive en una sociedad, es casi imposible tener los principios de la protagonista.
Una fresca historia de zombis que el autor le propicia mediante marcadas y atinadas diferencias descriptivas y divertidas sobre el tema, que la hacen, distinta de otras. La protagonista (una niña), te seduce a lo largo de su odisea, mientras no solo es acosada por zombis, sino también por la carga, de una conciencia férrea.