Resumen y sinopsis de El bebedor de lágrimas de Ray Loriga
DICEN QUE HACE UNOS CIEN AÑOS, una chica prometida en matrimonio fue engañada por un falso enamorado para ser luego burdamente despreciada.
DICEN TAMBIÉN QUE SUS LÁGRIMAS trajeron hasta ella a su pretendiente, que vengó la afrenta matando al traidor antes de despedirse de su amada.
Y DICEN QUE, DESDE ENTONCES, el Bebedor de Lágrimas vaga aún como alma en pena arrastrando su espada por entre los olmos con el propósito de vengar a toda chica engañada.
ESO DICEN... aunque a sus dieciocho años, Adela no cree en fantasmas, ni en leyendas de nobles húngaros, ni en maldiciones eternas. Recién llegada a la universidad de Carnwell, está feliz y desea coger las riendas de su vida. Pero la muerte se cierne como una pesadilla sobre el campus y trae consigo el eco de una maldición extraña.
Decepcionante y simplona, El bebedor de lágrimas, es todo un ejemplo de como NO hay que hacer una novela de corte juvenil.
Aunque su autor, Ray Loriga, es un escritor fenomenal, creo que se le ha atragantado el género escogido. Y eso se nota nada empezar la novela. El estilo de escritura es demasiado refinado, algo que no es malo, pero que resulta chocante si estás contando las aventuras de unos niñatos en celo. Además el lenguaje resulta pedante y artificial, las descripciones, líricas pero excesivas y los diálogos una pena.
Caso aparte son los personajes. Todos son horribles sin excepción, pero la pareja protagonista se lleva el premio. El chico, Lawrence, es una nefasta mezcla de chico malote y héroe romántico. Y la chica, Adela, además de tonta parece bipolar. Los personajes secundarios no mejoran y son igual de irritantes y pretenciosos que la pareja principal.
El libro narra el inicio de la vida universitaria de Adela, chica de pueblo, emocionadísima por cambiar de aires y divertirse un poco. Pronto tendrá amigas y conocerá la antigua leyenda de Carnwell: el bebedor de lágrimas, que se dedica a vengar a chicas "engañadas". A partir de ahí, la historia se pierde entre escenas estúpidas, historias secundarias sin interés, amen de muy aburridas, y una trama tan tonta que te dan ganas de llorar de impotencia.
El desenlace da pena. Resulta un tanto obvio y, encima, es un final abierto. Señal inequívoca de que el autor piensa seguir con la tortura.
En conclusión, el bebedor de lágrimas es una lectura aburrida, que intenta seguir el boom de la literatura juvenil. Es más que obvio que no lo consigue y se queda en otra historia más que no logra ni siquiera entretener.
En consecuencia no la recomiendo. Y, os advierto, que si vais a leerla tendréis que beber algo después de terminarla. Aunque no sean precisamente lágrimas...
No me ha gustado... lo he visto muy simplón y sin gancho...
Bastante flojo. Sabía que era literatura juvenil, pero aun sabiendo a lo que me enfrentaba esperaba algo más, sobre todo más calidad literaria y más miga en la historia