Resumen y sinopsis de Nuestra Señora de París de Victor Hugo
El siglo XIX fue muy rico en literatura y en avatares políticos; surcado está de poetas con las más diferentes visiones; de dramaturgos, filósofos, críticos y moralistas, de historiadores y científicos; de novelistas románticos, realistas, naturalistas... Novela histórica, pues, y de marcado carácter romántico, ha gozado constantemente del favor de los lectores.
En el París del siglo XV, con sus sombrías callejuelas pobladas por desheredados de la fortuna y espíritus atormentados, la gitana Esmeralda, que predice el porvenir y atrae fatalmente a los hombres, es acusada injustamente de la muerte de su amado y condenada al patíbulo. Agradecido por el apoyo que en otro tiempo recibió de ella, Quasimodo, campanero de Nuestra Señora, de fuerza hercúlea y cuya horrible fealdad esconde un corazón sensible, la salva y le da asilo en la catedral.
Ha participado en esta ficha: erikraul31
Gozada de lectura. Los miserables es simplemente magistral, Nuestra Señora de París es un viaje maravilloso a la ciudad de la luz que en esa época no tenía luz, una historia de amor imposible entre “la bella y la bestia”, una forma de escribir excelsa por uno de los mejores autores de la historia cuya pluma te sumerge en las historias que narra.
Cuando vuelva a París volveré al Panteón y visitaré la tumba del gran Victor Hugo y sonriendo le daré de nuevo las gracias por las horas que me ha dado de placer leyendo sus impresionantes libros.
Ya me advirtió mi compañera de lectura que esta reseña me haría sufrir.
Los sudores aparecen cuando la eterna dicotomía del defecto y la virtud se enfrentan al según se mire.
Y así miro yo.
Por más vueltas que le doy, llego al callejón sin salida de que Nuestra Señora de París es una obra imperfecta en su conjunto pero con una calidad literaria sobrehumana.
¿Quién es el protagonista? ¿París, su arquitectura, Quasimodo, Esmeralda, Notre Dame?
Pues aunque resulte algo ambiguo y completamente descerebrado, defiendo la idea de que es una novela atípicamente coral.
Por acabar por la vía rápida con el defecto y así deleitarme en lo demás, Hugo se va por las ramas.
Lo sé, vaya noticia.
El principal problema es que esos miniensayos que acompañan a la trama principal no empastan, no suman, nada aportan al argumento y esto le resta velocidad y armonía.
Pero Ave María Purísima qué manera de narrar. Qué brillante su idea de que la decadencia arquitectónica medieval fue causada por la llegada de la imprenta.
En cuanto a lo que Disney profanó, el autor se maneja en la delgada línea de la ironía y la tragedia para hablarnos primero de una justicia que es sorda.
Después, de una sociedad llena de sombras, supersticiones, clasista y profundamente egoísta.
Y finalmente Quasimodo, que representa la monstruosidad, lo horrendo y, cómo no, la desventura.
Hugo crea un personaje con malformaciones en todo su cuerpo, sordo, bruto. La fealdad en estado puro.
Apaleado, ridiculizado, vejado y sistemáticamente rechazado nuestro jorobado conocerá a su antagónica Esmeralda.
La gitana de belleza virginal.
No es el único juego de contrastes. Toda la novela lo es.
Desde las calles opulentas y majestuosos monumentos donde habitan las gentes de calidad a la corte de los milagros, barrio marginal con su propia ley, donde sobreviven ladrones, truhanes y estafadores, todo, para bien o para mal, es París.
Y, por último, la perversa individualidad del ser humano donde sus anhelos están siempre por encima del bien y del mal choca frontalmente con la bondad personificada en la ya citada gitana.
Bajo el prisma de una novela convencional, nuestra señora de París cojea precisamente en su arquitectura.
Sin embargo, la multitud de aristas, capas, reflexiones y la jupiteriana prosa del autor convierten a la novela en una obra inmortal.
A base de pluma y estoque Victor Hugo saca las vergüenzas de la ciudad de la luz dejándola completamente a oscuras.
Hay que perderle el miedo. Aun teniendo partes complejas y abruptas, recomiendo mucho su lectura.
Eso sí, pausada, sintiendo cada letra. Cada gota de tinta, incluso cada pausa.
¡Un libro maravillosamente imperfecto!
Padres de la literatura hay muchos... dios solo uno.
Victor Hugo.
Aunque el libro más conocido de Hugo es "Los miserables", Nuestra Señora de París es para mí su mejor obra. Apasionante, fantásticas descripciones de sus personajes y de Paris, con la sublime y a la vez trágica figura de Cuasimodo.
La verdad, la historia me aburrió bastante. Muy cargada de tópicos del romanticismo con los que no llegué a conectar.
"Si la arquitectura resucitase, de hoy en adelante, ya no sería soberana; tendría que recibir sus leyes de la literatura, como ésta las recibió de aquella en otras épocas. Las posiciones respectivas de las dos artes se han trocado.
La Biblia se asemeja a las pirámides; la Ilíada, al Parthenón; Homero, a Fidias. En el siglo XIII, el Dante es la última iglesia bizantina y Shakespeare, en el XIV, la última catedral gótica. Es preciso saber leer el pasado en esas páginas de mármol..."
Monumental obra de Víctor Hugo, quien ambienta una historia de amor, desengaño, lealtad y traición, junto a retratos sociales del París del siglo XV, de altas jerarquías y de los bajos fondos, representados éstos en la impresionante Corte de los Milagros, "madriguera de ladrones, repugnante verruga en la faz nocturna de París, el arroyo de los vicios, la mendicidad y la holgazanería". Como símbolo de esta historia está la catedral de Nuestra Señora de París, hogar del protagonista Quasimodo, guardián del campanario, trágica figura que resume rechazo, compasión, desdicha, pero determinado a luchar por su redención y por la ilusión de amar aquello que considera bello a sus sentidos. Acompañan esta aventura literaria enormes personajes como Esmeralda, Claudio Frollo, Pedro Gringoire, el capitán Febo, todos bien delineados en ese ambiente histórico medieval de París. Despliega asimismo el autor muchas consideraciones relacionadas con la arquitectura, los templos y su vinculación con la historia de los pueblos.
Gran novela que requiere paciencia y disposición para abordar y comprender todos sus elementos. Una de las más emblemáticas creaciones del autor francés.
Me ha defraudado. Excesivamente larga y en muchas ocasiones con capítulos, como los dedicados a la arquitectura de las catedrales o el urbanismo de París, que, aunque interesantes en sí mismos, no aportan nada a la trama de la novela.
El libro que simboliza el París del siglo XV, a través de una tragedia universal. Admirable cómo la catedral de Notre Dame logra ser un personaje más de esta historia, envolviendo a los actores en todo momento. La gran fuerza de sus personajes, así como las pulsiones trágicas que arrastran, es muy buena (la gitana dulce a veces y violenta otras, el jorobado más humano que el pueblo, el sacerdote con fuertes tensiones internas, el capitán que traiciona y el poeta interesado). Lástima de la profusión descriptiva del autor en algunos pasajes, ciertamente excesiva. A pesar de ello, la tragedia final no deja indiferente.
Es Víctor Hugo. Sencillamente un escritor y una gran historia. Aunque el argumento es ampliamente conocido, la novela supera cualquier adaptación.
Antes de comentar lo que me ha parecido la novela, he mirado la puntuación que le daban los demás, y excepto una que es por debajo del 5, el resto le dan un notable alto y muchos, sobresaliente. Lo que no he leído son los propios comentarios por no dejarme influir por ellos. Dicho lo cual, mi sensación ha sido de aprobado raspado, que es la nota media entre el dominio del lenguaje del autor y la pesadez de todo lo que no tiene que ver con la acción en sí. La relación de los 3 o 4 personajes es interesante pero apenas esbozada y no daba más que para unas cuantas páginas; el resto son descripciones exquisitas de lugares, hechos y personas que nada le aportan a la novela y lastran su lectura. Lo siento, pero ni me ha interesado ni me ha gustado el resultado final.
Acabas totalmente atraído por los personajes de la novela tan llevados al cine o a los cuentos de Disney. Lectura obligada