Horas extra alude en su título a una dualidad: la de la poesía, entendida como un vivir más y más intensamente la existencia; y también a un hecho concreto personal: el accidente de tráfico sufrido por su autor en diciembre de 1997, después del cual todo el tiempo recibido es interpretado como un regalo, como un don. El lector encontrará aquí un Siles igual, pero distinto: un Siles más lírico que intelectual, que ha dejado atrás la concepción orgánica del libro simbolista y la ha sustituido por otra, en la que la estructura no viene dada por el orden y simetría de sus partes sino por la concatenación de los poemas en y desde su más íntima unidad.