Resumen y sinopsis de Siempre el Oeste de Josep Maria Romero Martí
Hace muchos años, tuve la fortuna de encontrarme en una corriente viajera que me transportó a Oriente: por tierra, a precios económicos, utilizando los lugares de la gente de a pie. No me dirigía a ningún lugar en especial, entre otras cosas porque no disponía de la información necesaria. No tenía límite de tiempo. Me dejé llevar, sencillamente. Aquel viaje fue fundamental en mi vida. A finales de 2001, con cuarenta y cinco años de edad, pude arreglarme las cosas y escapar catorce meses a dar la vuelta al mundo. No estudié ni planifiqué nada. Salí dispuesto a dejarme llevar por el oleaje de las circunstancias, recuperando el espíritu libre de aquella travesía hippy ya alejada en el tiempo. El viaje era el trayecto, y no el destino: por eso tenía que ser por superficie, sin aviones. Y sin ideas fijas de ninguna clase, excepto el rumbo: SIEMPRE EL OESTE. Atravesé el Atlántico y el Pacífico en cargueros, recorrí el Amazonas de cabo a rabo, navegué en velero por Indonesia, transité por el desierto australiano, crucé una China desapacible y una Siberia hivernal. Me zambullí en el magma de megalópolis como Lima, Yakarta, Shanghai o Moscú, descubrí rincones placenteros como Vientiane, Iquitos o Nelson. Dejé gotear el tiempo instalado en cafeterías cualquiera y paseando por calles cualquiera. Fui gratificado con el ancho cielo estrellado en el océano, la puesta de sol en la isla paradisíaca, la mística del yermo, la exuberancia de la selva. Sufrí la enfermedad, la estafa, el asalto. Sentí la plenitud y la soledad. Conocí al compañero, al hospitalario, al presidente, al traficante ilegal, al ladrón, al paria. Mi cuaderno de notas fue el compañero fiel. Él guardó esa memoria que es la materia prima de Siempre el Oeste, el libro que ahora presento. No refiere las hazañas de un héroe, sino más bien las reflexiones y sentimientos de un vagabundo. He pasado cinco inviernos peleándome con él: uno en Barcelona, uno en la India del Sur, tres en Laos. Me complazco ahora en concluir el ciclo vueltamundista con su publicación, que modestamente aspiro a compartir con todos vosotros.
Ha participado en esta ficha: yiyolon
Desde luego un viaje memorable y singular, un libro ameno, una historia donde lo principal es el propio viaje, aunque en su desarrollo vamos conociendo distintas anécdotas, lugares y personajes. ¿Se puede viajar sin prisas y estar tres semanas en Lima y no visitar Machu Picchu ó en Australia y no ver Kakadu o la Gran Barrera ó al lado de Camboya y no visitar Angkor?. Desde luego, en circunstancias parecidas cada uno hubiéramos tomado distintos caminos, pero fue este autor el que realizó este viaje y tuvo el valor de contarlo.