Resumen y sinopsis de Signatura 400 de Sophie Divry
Ni siquiera tiene nombre. Y es que nadie habla con ella, como no sea para pedir libros en préstamo. Su consuelo: las buenas lecturas (siempre de autores muertos) y estar rodeada de seres incluso más tristes que ella.Pero cuando no hay nadie, cuando la biblioteca está cerrada, incluso puede – y sabe- darle voz a su neurosis, a sus angustias, al vértigo del saber libresco. Y entonces descubrimos que los neuróticos pueden ser buenos narradores, cosa no tan evidente. Cosa que tal vez logran, sobre todo, los buenos fingidores, los escritores que dan vida a los buenos personajes.
Sólo le queda, pues, la literatura. Para elevarse, dice ella. Los libros, los buenos libros. Y quizá, también, los buenos lectores, que van a la biblioteca en busca de algo más que calefacción o aire acondicionado, y que dan vida a las grandes historias, como el breve monólogo de esta mujer insignificante, que relata su desencanto con acritud y humor. ¿O es un diálogo? ¿O acaso la pregunta tiene sentido?
Lectura muy ligera que habla de manera interesante sobre el mundo de los libros y las bibliotecas.
Con uno que otro pasaje entretenido, es un libro que para pasar el rato está bien, pero me ha parecido que es una historia totalmente prescindible.
Su lectura resulta fácil y amena ya que la autora utiliza un lenguaje sencillo y directo. La novela tiene mucho de crítica social, muchas veces desde un punto de vista muy particular que personalmente no comparto. Nos habla de literatura para criticar a los lectores de best-sellers y libros de moda, habla de Historia, de política para criticar a los políticos actuales que no se muestran a favor de la cultura ni de las bibliotecas....Me ha gustado el amor que siente por los libros y un montón de frases dignas de subrayar.
No sé en qué época vive la protagonista de esta obra, desde luego en el presente creo que no. Refleja la vida de una bibliotecaria del pasado. En las bibliotecas hacemos mucho más que ordenar libros, clasificarlos o catalogarlos. A lo mejor me equivoco, pero creo que la mayoría somos gente normal, con vidas normales y que trabajamos en lo que nos gusta. Así no vamos a terminar nunca con el estereotipo de bibliotecario/a persona amargada y antisocial.
No digo que esté mal escrita, se trata de un monólogo muy bien llevado, por ello mi puntuación, pero el tema no refleja la realidad de los que trabajamos en bibliotecas.
Un libro inteligente, original y divertido. Aborda temas profundos sin demasiada solemnidad, pero no por ello de forma vaga. Me encantaron todas las analogías entre la sociedad y la clasificación de Dewey.
No hay ni un solo punto y aparte, puede -y creo que debe- leerse de una sola sentada.
Magnífico, algo tan difícil como un monólogo, lo ha hecho sencillo esta escritora.
Me quedo con muchas de las frases puestas en boca del único personaje de esta novela, son filosofía contemporánea, pura y esencial.
Es original, y tiene reflexiones muy interesantes sobre los libros y las bibliotecas, que cuenta a la vez que nos va hablando un poco de su vida.