Resumen y sinopsis de Réquiem por el soldado Cristóbal de Olea de Miguel Martín Fernández de Velasco
Con una osadía que no tiene precedente en la Historia, Hernán Cortés intenta la conquista del imperio azteca con 500 soldados, de los que dieciséis, llevan caballo; doce, pequeñas piezas de artillería; trece, escopetas; y treinta, ballestas. El imperio puede poner en liza 300.000 guerreros. El menguado ejército español vive una increíble epopeya que se prolonga dos años, en los que los más de los días toca ayunar, realizar largas caminatas, y luchar con heridas abiertas, porque no hay gente bastante para defender los reales de las masas de guerreros que se lanzan contra ellos. La mitad de los soldados son incondicionales de Cortés. Los otros son adictos a Diego Velázquez, gobernador de Cuba. Durante las batallas, todos pelean con el mismo arrojo. Pero cada vez que se produce un remanso de paz, los de Velázquez piden a Cortés que les deje volver a Cuba. Cortés se apoya en los soldados que sufren aquellas calamidades en silencio, porque saben que una tan descomunal empresa no se consigue sino con muchos y grandes sacrificios. Entre ellos, hay uno de tierra de Medina, Cristóbal de Olea, que siente la empresa como si fuese suya y se entrega a ella con una generosidad sin límites. En un admirable ejercicio de síntesis, y en un bellísimo castellano de sabor clásico, el autor cuenta toda la historia de la conquista en solamente 300 páginas, que se leen en vilo.