Resumen y sinopsis de En realidad se miente mucho más de Kerstin Gier
Carolin tiene veintiséis años y acaba de perder al amor de su vida. En medio del dolor, descubre que es la única heredera de la inmensa fortuna de su marido, que ahora se disputa con Leo, el hijo del difunto esposo y exnovio de ella. No es extraño que Carolin se emborrache por primera vez en su vida, vaya a terapia, se gaste una fortuna en zapatos… Por suerte, no está sola en este momento tan difícil, y en su ayuda acuden su hermana y su cuñado, un amigo farmacéutico que ella ha decidido creer que es homosexual, y un fox terrier disecado llamado «número doscientos cuarenta y tres».
No es la primera vez que digo que el mal llamado Chick-Lit se ha cargado la, ya de por si maltratada, novela rosa. Y, por desgracia este desastroso género se ve totalmente representado en En realidad se miente mucho más, libro soso y aburrido donde los haya, que solo consigue hacerte aflorar lágrimas de alegría cuando termina.
De momento lo único que he leído de Kerstin Gier me ha parecido insustancial aunque correcto. Y, quizás sea por el tipo de libro que es, pero ni su estilo simplón e insulso, con un lenguaje demasiado sencillo y unas descripciones más que cuestionables, ni sus personajes merecen el tormento que infligen al lector. Éstos últimos en particular, son horrendos, en especial Carolin, la protagonista, una mujer irritante y, que pese a ser muy inteligente, resulta bastante estúpida. Y si la protagonista ya resulta una construcción nefasta, no quiero ni hablar de los personajes secundarios. A cual más malo e insípido.
En realidad se miente mucho más, nos obliga a seguir a Carolin, una mujer en la veintena que acaba de perder a su marido de un infarto. A partir de ahí la trama sigue las vicisitudes de la protagonista, allegados y familia por repartirse y cobrar una herencia multimillonaria. Si a eso le sumamos un farmacéutico extraño y un fox terrier disecado, tenemos una trama carente de gracia, estúpida como ella sola y de lo más vulgar. Y sigue así la cosa hasta un final que, resulta burdo, previsible y, obviamente abierto. No importa, por que la felicidad te lo da haber conseguido acabar esta idiotez.
En suma, En realidad se miente mucho más, cumple fielmente su título. Y es que editorial te miente descaradamente al intentar endosarte esta trama como divertida y romántica. No solo es que sea anodina, si no que también resulta inaguantable. Así que huid de aquí, y no os dejéis engañar.