Resumen y sinopsis de El peso de los muertos de Víctor del Árbol
Esta es una historia sobre la memoria y sobre el modo en que construimos el pasado según nos conviene. Noviembre 1945: Nahum Márquez va a morir en el patíbulo. Noviembre 1975: Lucía regresa a Barcelona desde el exilio con las cenizas de su padre y con los fantasmas que la esclavizan. Franco agoniza, y con él una España que encarna el comisario Ulises, dispuesto a una última batalla con su propia decrepitud, a manos de una España emergente, la de Gilda y sus amigos que nada le deben al pasado excepto, quizá, una pátina de romanticismo. El encuentro entre Lucía y el comisario, temido pero inevitable, enfrentará dos mundos, el de los vivos y el de los muertos que viven a lomos de estos. Durante treinta años cada personaje que tuvo que ver en la muerte de Nahum Márquez ha inventado sus propios recuerdos de cómo fue aquella historia de amor y tormento. Es una ficción que les permite vivir más allá de lo que realmente ocurrió y que les pone a salvo del dolor y de su propia responsabilidad. Pero Lucía está cansada de huir y de mentirse. Ya no puede con el peso de los muertos. Quiere la verdad, pero la verdad es como un espejo lanzado contra el suelo: rompe la realidad en mil pedazos. Y los demás no están dispuestos a permitirlo. No pueden hacerlo porque eso sería aceptar lo inaceptable: que durante treinta años han vivido una mentira sin darse cuenta de que el Mundo ha pasado de largo y los ha dejado en el andén. Y si una muerte se cubre con otra muerte, el silencio se convierte en el mejor de los pasados.
Víctor del Árbol me entusiasmó con su novela "La tristeza del samurái", novela que puntué con un 8,6; y ese placer que me produjo la lectura de su última novela provocó el deseo de leer la novela con la que se inició en el mundo literario y con la que ganó el VIII Premio Tiflos de novela.
Sólo tengo una opinión, y es que "El peso de los muertos" fue el ensayo general –un buen ensayo general- para enfrascarse en la escritura de La tristeza del samurái y, sobre todo, para pulir la forma en terminar una novela. No sé si esta es una crítica positiva o negativa, pero es la que hay.
Buen libro sobre fantasmas del pasado, aunque o yo me he perdido algo del final o un tema importante no se explica bien.