Resumen y sinopsis de Lovetown de Michal Witkowski
Patrycja y Lukrecja son dos travestis que crecieron en un Estado comunista. Se pasaron los años 70 y 80 en la marginalidad y encontraron el glamour en la miseria, pavoneándose en parques y servicios públicos, seduciendo a soldados soviéticos, viviendo a costa de los borrachos y viendo a sus amigos morir de sida. Para cualquiera que no estuvo allí, sus desvergonzadas y maliciosas historias de aquellos años parecen escandalosas. Ahora están a punto de ir a Lubiewo, una ciudad costera y turística del Báltico habitada por una generación más joven de gays emancipados, y se dan cuenta de que ser gay en la Polonia actual, reaccionaria y biempensante, ya no es tan interesante como lo era bajo los comunistas. Los veteranos y los jóvenes mantienen una lucha feroz. Los primeros reivindican sus costumbres disolutas y conservan cierta nostalgia de la Polonia comunista. Los segundos, más civilizados, piden igualdad, respeto, derecho al matrimonio y a la adopción... Todos comparten el placer por la disputa y la extravagancia. Como en el Decamerón, en Lovetown se mezclan retratos, anécdotas, escenas sexuales y recuerdos de libertinaje que nos llevan a un mundo oculto. Heredero de Pasolini, pero también del Selby de Última salida para Brooklyn, Witkowski lleva a cabo una proeza literaria. Cambiando constantemente de perspectiva, pasa de la tragedia a la comedia, del idilio a la sátira, de lo sórdido a lo sublime, con una libertad que se burla de todos los tabúes.
Caótica mezcla de voces, micro-historias, retazos y anécdotas sobre los homosexuales polacos durante el comunismo. Novela rara (si se puede adscribir a tal categoría), sin unos personajes propiamente dichos, que supone una serie de retratos, una inmersión directa en el mundo y en la jerga de estas gentes, sin apenas hilo conductor ni historia. El protagonista es el propio escritor, a lo largo de sus andanzas y encuentros.
Entre el lirismo exacerbado y la descripción de la cruda realidad, con un componente mayor de oralidad, de espontáneo coloquialismo que de literatura, se muestra la diferencia generacional entre los gays de antaño; es decir, con sus propios códigos, forma de ser y pertenencia a unos ambientes marginales, de miseria, riesgo y enfermedades... frente a los gays actuales, modernos, políticamente correctos, integrados en la sociedad y tan estereotipados como de ellos se espera. Otro tema es la diferencia cultural, la de un país que formó parte de la antigua URSS y que percibe la tolerancia occidental a las minorías como algo ajeno, con el consecuente rechazo a la "integración". Entre ambos mundos se encuentra el escritor, conocedor de los ambientes y de las mentalidades del pasado, pero siendo a la vez un intelectual moderno.
No es un libro para todo el mundo, pero es interesante por cómo muestra desde dentro una realidad ignorada y poco conocida.