Resumen y sinopsis de Lo que devora el tiempo de A. J. Hartley
En el mismo instante en que Thomas Knight vio aquellos ojos ausentes contra la ventana de su cocina, supo que aquella mujer estaba muerta. Lo que todavía no sabía era que se trataba de la misma mujer que no hacía mucho había afirmado poseer un tesoro literario de incalculable valor perdido tiempo atrás: Trabajos de amor ganados, de William Shakespeare.
A la policía no le interesan las obras antiguas, especialmente aquellas de cuya existencia dudan numerosos expertos. Pero Thomas está convencido de que la obra existe, de que está ahí fuera, en algún lugar… y que esta es de algún modo la clave para explicar la muerte de esa mujer… y quizá también otros extraños secretos.
Comentarios y opiniones de Lo que devora el tiempo
reah_29Lo que devora el tiempo4
Nefasto intento de thriller, Lo que devora el tiempo, resulta una lectura tediosa y bastante aburrida. Aunque la premisa inicial resulta muy atractiva pronto se diluye en una trama absurda, que hace que todo el libro sea pesado y difícil de acabar.
Lo primero que leo de Andrew Hartley, autor de este libro, me ha parecido a duras penas aceptable. Y es que Hartley es un escritor mediocre, con un estilo insulso y simplón. Su prosa es intrascendente y sorprendentemente lenta para ser una novela de misterio, su lenguaje sencillo y pragmático y las descripciones bastante sosas. Ni siquiera se puede decir que la documentación haya sido muy minuciosa o particularmente brillante.
Lo que devora el tiempo narra una historia “tipo” dentro del género policíaco: aparecen pistas que conducen al descubrimiento de algo muy valioso. Por otro lado, van surgiendo una serie de cadáveres en el camino que están relacionados con lo que se pretende descubrir. En este caso, la pieza valiosa a encontrar es un libro. Más concretamente, Trabajos de amor ganados, la segunda parte de la famosa comedia, Trabajos de amor perdidos, una de las primeras obras de William Shakespeare. Es aquí donde entra en escena nuestro protagonista, Thomas Knight, profesor de literatura y ex estudioso de Shakespeare, que se encuentra a una desconocida muerta en su jardín. Esta mujer afirmaba poseer la obra perdida del dramaturgo inglés. A partir de ahí, la trama decae hasta lo descabellado en el que se mezclan insulsos viajes, reflexiones literarias soporíferas, escenas de acción tediosas y, un misterio tan simplón y estúpido que no sabes si reír o llorar por el tiempo malgastado. Y eso sin contar el final. Un desenlace abierto y simplemente horrible.
En definitiva, Lo que devora el tiempo es una novela totalmente prescindible y un producto literario mediocre, como muchos de los libros que se editan hoy en día. Y es que el título de la novela es toda una profecía de lo que le espera a éste título, el tiempo devorará esta historia hasta el olvido. Como muchas otras…
Nefasto intento de thriller, Lo que devora el tiempo, resulta una lectura tediosa y bastante aburrida. Aunque la premisa inicial resulta muy atractiva pronto se diluye en una trama absurda, que hace que todo el libro sea pesado y difícil de acabar.
Lo primero que leo de Andrew Hartley, autor de este libro, me ha parecido a duras penas aceptable. Y es que Hartley es un escritor mediocre, con un estilo insulso y simplón. Su prosa es intrascendente y sorprendentemente lenta para ser una novela de misterio, su lenguaje sencillo y pragmático y las descripciones bastante sosas. Ni siquiera se puede decir que la documentación haya sido muy minuciosa o particularmente brillante.
Lo que devora el tiempo narra una historia “tipo” dentro del género policíaco: aparecen pistas que conducen al descubrimiento de algo muy valioso. Por otro lado, van surgiendo una serie de cadáveres en el camino que están relacionados con lo que se pretende descubrir. En este caso, la pieza valiosa a encontrar es un libro. Más concretamente, Trabajos de amor ganados, la segunda parte de la famosa comedia, Trabajos de amor perdidos, una de las primeras obras de William Shakespeare. Es aquí donde entra en escena nuestro protagonista, Thomas Knight, profesor de literatura y ex estudioso de Shakespeare, que se encuentra a una desconocida muerta en su jardín. Esta mujer afirmaba poseer la obra perdida del dramaturgo inglés. A partir de ahí, la trama decae hasta lo descabellado en el que se mezclan insulsos viajes, reflexiones literarias soporíferas, escenas de acción tediosas y, un misterio tan simplón y estúpido que no sabes si reír o llorar por el tiempo malgastado. Y eso sin contar el final. Un desenlace abierto y simplemente horrible.
En definitiva, Lo que devora el tiempo es una novela totalmente prescindible y un producto literario mediocre, como muchos de los libros que se editan hoy en día. Y es que el título de la novela es toda una profecía de lo que le espera a éste título, el tiempo devorará esta historia hasta el olvido. Como muchas otras…